Los inversores castigaron de nuevo a la Bolsa española debido a la incertidumbre generada por los acontecimientos en torno al proceso secesionista en Cataluña. El Ibex-35 cerró la jornada con descensos del 0,92%, en una sesión que fue plácida para el resto de los principales indicadores europeos, los cuales mostraron un tono plano.
Los números rojos se impusieron prácticamente desde el inicio de la jornada en la que los inversores estaban a la espera del discurso del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlamento de Cataluña, en la que podría realizar una declaración de independencia con la base de los resultados del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre.
La presión volvió a centrarse en los valores del sector financiero. Santander se dejó cerca de un 3% mientras Caixabank registró caídas del 2,2%. Más moderados fueron los descensos de Bankia, en torno al punto porcentual, igual que los de Grifols, la única compañía del índice radicada en Cataluña que aún no ha decidido mover su sede social fuera de la comunidad autónoma.
Al margen del índice selectivo, otras compañías que hasta la semana pasada tenían su sede en Cataluña también registraron notables pérdidas al cierre de la sesión. Fue el caso de Service Point, que perdió casi un 6%, y Dogi, que se dejó un 5,3%. Oryzon cayó más de un 5%.