Al escuchar las siglas DOP (Denominación de Origen Protegida) o IGP (Indicación Geográfica Protegida) la mente del consumidor vincula la calidad del producto certificado con un específico marco territorial de producción, del que por regla general obtiene su identidad comercial.
Sin embargo, en el sector del porcino ibérico no es oro todo lo que reluce, ya que últimamente se han detectado algunas solicitudes de estos distintivos comunitarios por parte de entidades empresariales que buscan conseguir la aprobación de Bruselas (previo dictamen favorable de las CCAAs y el Ministerio de Agricultura) ocultando en algunos casos la verdadera procedencia del producto comercializado, puesto que ninguno de los procesos diferenciales para su obtención se desarrollan en el espacio territorial del que el producto resultante toma el nombre.
Tal es el caso del municipio de Guijuelo que, según ha adelando El Confidencial, ha solicitado un sello de IGP para carnes que no necesitarán pisar suelo salmantino, según queda recogido en el nuevo Pliego de Condiciones. Por este motivo, la Junta de Andalucía (con grandes intereses en el sector del ibérico) no tardó en ejercer su derecho de oposición, argumentando que su aprobación "inducirá a error al consumidor respecto al verdadero origen del producto", según consta en un documento al que ha tenido acceso Vozpópuli.
Guijuelo quiere una IPG para carne que no ha sido producida en Salamanca
La industria chacinera de la localidad salmantina de Guijuelo (y otros municipios limítrofes) quiere hacer pasar por 'Carne de Guijuelo' materia prima de unos cochinos que en la gran mayoría de los casos han sido criados, engordados, sacrificados y despiezados (fase de producción completa) a cientos de kilómetros de la villa salmantina. Tanto el Pliego de Condiciones como el Documento Único de la futura IGP Carne de Guijuelo recogen que las piezas amparadas se comercializarán en fresco (no necesitan ser sometidas a procesos de elaboración), pudiendo ser presentadas tanto en despiece como al corte.
En cualquier caso, de salir adelante en su estado actual, el Reglamento Técnico de producción remarca que "la zona geográfica de sacrificio y despiece de las canales, para la separación de los perniles y paletas, coincide con la zona de producción".
Con todo, a fin de incrementar el rédito económico del resto de cortes de las canales, como pluma, lagarto, carrillera, abanico, presa, secreto o solomillo, de unos animales cebados en las dehesas ubicadas mayormente en numerosas comarcas de Andalucía y Extremadura, y en menor medida en otras de Castilla y León, y Castilla-La Mancha (todas ellas facultadas para la producción de los cochinos), el vigente Consejo Rector de la DOP Guijuelo solicitó al Ministerio de Agricultura la creación de la IGP Carne de Guijuelo, que actualmente se encuentra en fase de tramitación como paso previo a su remisión a la Comisión Europea.
Agricultura oculta la oposición de la Junta de Andalucía
La solicitud de la nueva IGP se remonta al año 2022, y según reza el informe actualizado por Agricultura a mediados de octubre de ese mismo año, la petición ya contaba con el respaldo de la CCAA de Castilla-La Mancha. Sin embargo, y de acuerdo con los datos obrantes en el mencionado expediente, el Ministerio comandado por Luis Planas no detalló que la Junta de Andalucía mostró su enérgico rechazo a la constitución de la mentada IGP, mediante un informe fechado a finales de julio del 2022 al que ha tenido acceso este periódico.
Tal y como reza la legislación (artículo 46 del Reglamento UE 2024/1143) para lograr el reconocimiento y su inscripción en el registro Comunitario de Indicaciones Geográficas Protegidas, la futura IGP Carne de Guijuelo deberá acreditar y demostrar que el producto es "originario de un lugar, una región o un país determinado, cuya calidad, reputación u otra característica específica son esencialmente atribuibles a su origen geográfico, y de cuyas fases de producción, una al menos debe tener lugar en la zona geográfica definida".
La Junta de Andalucía desaprueba la IGP de Guijuelo por inducir a error al consumidor
Los motivos que arguye la Junta de Andalucía para ejercer su oposición figuran razonados en un informe fechado el 31 de julio de 2022. A lo largo de sus tres folios, los funcionarios firmantes ahondan en la "necesidad de demostrar que el nombre Carne de Guijuelo identifica un producto que posee una cualidad determinada, una reputación u otra característica que pueda esencialmente atribuirse a su origen geográfico".
El enclave geográfico de producción de los animales es el elemento distintivo que confiere a la materia prima su singularidad cualitativa "y no meramente la matanza del cerdo y su despiece, que no aporta ninguna característica diferencial", según reconocen desde la administración andaluza.
En esta misma línea, agregan que "del pliego presentado se deduce que todas las características de la carne tienen su origen en la zona de la que procede la materia prima, que se extiende a cuatro comunidades autónomas, las cuales no son identificadas bajo el nombre de Guijuelo, y no en la zona delimitada en la que tiene lugar la fase de elaboración mínima a la que obliga la IGP, que en este caso es exclusivamente el sacrificio, faenado y despiece de la carne, fase en la cual no se justifica ninguna diferenciación por la que sea la zona de Guijuelo la merecedora de ese reconocimiento y prestigio".
De igual modo, los funcionarios de la Junta de Andalucía trasladan un mensaje muy claro al Ministerio de Agricultura, y a la vez, muy indicativo de la firmeza de la posición andaluza y su desencuentro con el planteamiento formulado por la IGP Carne de Guijuelo. "No se aclaran qué características específicas de las indicadas que presenta la 'Carne de Guijuelo' son esencialmente atribuibles a ese origen geográfico identificado bajo el nombre de 'Guijuelo' (municipios de la provincia de Salamanca) que den origen a su reputación y merezcan ver recompensado ello con su reconocimiento y protección, para justificar que la mención sea acreedora de la protección otorgada por la Reglamentación Comunitaria como Indicación Geográfica".
Advierten también, que "no queda justificado en la solicitud de registro de la IGP 'Carne de Guijuelo', en relación a las fases de producción que deben tener lugar, al menos una en la zona geográfica definida, que la reputación o características vinculadas al nombre geográfico de 'Guijuelo' se deban o estén asociadas a dicha fase esencial del reconocimiento, y que por tanto se deban a que el sacrificio, faenado y despiece tenga lugar en la zona delimitada de la provincia de Salamanca que se identifica bajo el nombre que se quiere proteger".
Y finalizan su impugnación asegurando que ante la falta de justificación de los criterios esbozados, la salida al mercado de carne fresca de cerdo ibérico certificada con IGP Carne de Guijuelo, infringiría la legislación comunitaria en materia de etiquetado de los productos alimenticios. "Asimismo, de no quedar justificados los extremos anteriores, la comercialización de carne fresca de cerdo ibérico con la mención 'Carne de Guijuelo' vulneraría el artículo 7.1.a) del Reglamento (UE) nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor al inducir a error al consumidor respecto al verdadero origen del producto, máxime cuando los cerdos utilizados como materia prima, habrían sido criados y engordados en todas las fases de su vida en ámbitos geográficos distintos, que son los que realmente le confieren sus características a la carne fresca".