El área de empresas coreanas del Mobile World Congress 2019 que se celebra en Barcelona cuenta entre sus expositores con LinkSquare, un gadget conectado que permite conocer la composición química de cualquier objeto o alimento.
Una de sus aplicaciones -se puede enfocar a múltiples sectores- lo convierte en un sommelier de whisky para que no nos den gato por liebre al pedir un combinado alcohólico.
El equipo, de tamaño un poco mayor que el de una barra de labios, se conecta a una base con un pequeño receptáculo en el que se inserta la muestra. En unos segundos, a partir de tecnología infrarroja, se analiza el fluido y se compara con una base de datos alojada en la nube en la que se encuentra el producto original y todos los elementos de la tabla periódica. Los resultados se muestran vía app móvil, tablet u ordenador.
Las aplicaciones del producto van más allá del mundo del alcohol. Puede analizar medicamentos, alimentarios, billetes, joyas...
Se trata de un dispositivo con múltiples aplicaciones, ya que permite saber de qué está hecho realmente cualquier alimento u objeto. "Es posible, incluso, conocer qué chocolate de tres variedades distintas es el más dulce a partir de las sustancias de las que está hecho", explican desde la empresa.
Precio
Su versión para bares y discotecas como detector del llamado 'garrafón', alcohol adulterado ilegalmente con otras sustancias para rentabilizar más cada botella, tiene un coste de 549 dólares -sólo el dispositivo-. El problema es que para realizar la comparación de forma precisa antes hay que analizar cada bebida original, y eso tiene un precio.
Para veinte clases distintas de güisqui el coste es de unos 10.000 dólares. Una cifra que sitúa al producto directamente en el ámbito del mercado empresarial.
Las aplicaciones de este gadget van más allá del mundo del alcohol. Se pueden comparar medicamentos, productos procedentes del sector alimentario, joyas, billetes, etcétera.