Luis de Guindos se ha dado cuenta de que la negativa de BBVA a invertir en el banco malo, como adelantó este medio, no tiene camino de retorno. Su ausencia tendrá que compensarla el resto de la banca sana, que finalmente entre en el accionariado de la Sareb, a costa de desproteger a los ahorradores españoles. La intención de Economía es que tanto Santander, La Caixa, Sabadell, Popular, y el resto de entidades del grupo 0 que se conviertan en accionistas, paguen la cantidad designada a BBVA con las aportaciones que realizan anualmente al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
De prosperar esta idea, el mecanismo que protege a los ciudadanos con 100.000 euros por cada cuenta corriente de la que se posee titularidad en caso de quebranto de su banco perderá alrededor de 500 millones en el ejercicio 2013. La medida causaría un grave perjuicio a este instrumento que está prácticamente en números rojos. Según su último informe anual, fechado a 30 de junio de 2011, el FDG recoge una aportación para este año de 2.231 millones, frente a un fondo patrimonial negativo de 2.025 millones en 2011. De esta manera, su patrimonio se cifraría en 206 millones.
Sus recursos se verán agotados con el respaldo a la adquisición de Unnim por parte de BBVA. Además de una compensación de 953 millones en forma de capital, la operación contemplaba que el FDG tenía que asumir hasta el 80% de las posibles pérdidas de una cartera de activos de 7.359 millones.
La hucha que cubre a los ahorradores en caso de quiebra de su banco apenas contaba con 206 millones de patrimonio en 2011. Esa cifra aún no había sufrido el impacto de la compra de Unnim por parte de BBVA
El pasado mayo, fuentes del Gobierno reconocían que los recursos estaban “prácticamente agotados”. El FGD cerró 2011 con un fondo patrimonial negativo de 2.025 millones de euros y un déficit de 7.829 millones, el mayor de la historia. Los números rojos se deben básicamente al saneamiento de la CAM y por el deterioro de su participación en el FROB (del que el FGD dejará de formar parte).
La situación financiera del FDG es tan delicada que se tuvo que amoldar la ley para que el Fondo de Reestructuración Financiera Bancaria (FROB) pudiera realizar aportaciones a la hucha que protege a los ahorradore españoles.
Guindos ha apelado a la solución del Fondo de Garantía de Depósitos ante la negativa del resto de entidades a elevar su aportación para cubrir la parte correspondiente a BBVA. "Si no ha logrado convencer a BBVA, el resto no tenemos por qué asumirlo. Nadie quiere poner más dinero porque la mayoría entramos en la operación por el bien de la imagen financiera de España, no porque creamos en la rentabilidad del banco malo", explican desde uno de los futuros socios.
En la última semana, las entidades han comenzado a recibir la comunicación por parte de Economía de la aportación extra, que se suma a los rangos que había previsto el ministerio en función del tamaño de cada entidad. La parte de BBVA será sufragada enteramente por el mundo bancario, ya que Economía tiene prácticamente cerrado el acuerdo con el sector asegurador.
Economía ya ha empezado a comunicar a los futuros socios la parte extra que le corresponde a cada entidad para cubrir el vacío del banco presidido por FG
La medida es un signo inequívoco de la falta de apetito por parte de los inversores, tanto nacionales como extranjeros, a entrar en el banco malo. De hecho, Economía apenas ha conseguido convencer a siete entidades (cuatro bancos y tres aseguradoras), como informó este medio el pasada sábado.
Hasta el momento, ni Economía ni el FROB han conseguido cerrar ninguno de los compromisos de los que presumían tener por parte de fondos internacionales, pese a contar con cinco bancos de inversión en esa tarea.