Macroeconomía

Fijos discontinuos: el paro 'oculto' supera por primera vez la barrera de las 700.000 personas

Todo apunta a que la inmensa mayoría de los demandantes de empleo con relación laboral son fijos discontinuos inactivos, pero el Gobierno se resiste a desagregar los datos pese a que se comprometió a hacerlo en enero

  • Un camarero atiende a dos clientas en una terraza. -

Los demandantes de empleo con relación laboral, el 'cajón de sastre' en el que se incluye a los fijos discontinuos que no están trabajando, ha roto la barrera de las 700.000 personas por primera vez (exceptuando el año de la pandemia). Estos quedan fuera del paro registrado que el Ministerio de Trabajo comunica cada mes, lo que ha obligado a algunos analistas del mercado laboral a idear nuevos indicadores que se ajusten más a la realidad del desempleo en España.

El dato de los fijos discontinuos que están inactivos cada mes -es decir, que mantienen un contrato con una empresa pero están sin trabajo ni sueldo y/o, incluso, cobrando el paro- no es público. El Gobierno se comprometió hace ya casi un año a desagregar la casilla de demandantes de empleo con relación laboral, donde históricamente se les contabiliza junto a aquellos que están afectados por un ERTE y los demandantes en situación de adscripción por colaboración social.

La cuestión es que en octubre de 2022, con la entrada en vigor unos meses antes de la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, los fijos discontinuos 'parados' empezaron a engordar la casilla de demandantes de empleo con relación laboral a la vez que el paro registrado descendía, pues muchos contratos que antes eran temporales 'migraron' hacia esta otra en esta fórmula indefinida pero también ligada a la intermitencia.

Ese fenómeno se ha mantenido constante desde entonces y eso ha hecho que, exceptuando el 2020 -cuando los demandantes de empleo con relación laboral también crecieron con fuerza y alcanzaron los 3 millones de personas por la aprobación masiva de ERTEs con motivo de la pandemia- y una vez recuperada la actividad habitual, los parados que se encuadran en esta categoría marquen récord. En octubre de este año ya triplicaron los niveles precovid y en noviembre superaron la barrera de los 700.000.

El aumento de 73.300 personas en el último mes se podía vislumbrar a través de la caída entre los afiliados con este tipo de contrato a cierre de noviembre, con 70.800 menos, y de la estadística de demandantes ocupados, que creció en 77.842 personas en noviembre. Aproximadamente una semana más tarde se informa de los demandantes con relación laboral, un dato que 'casa' ahora con los primeros y, al incluir sólo tres categorías de demandantes de empleo, permite aproximar el dato de fijos discontinuos inactivos.

"Aunque seguimos sin conocer el número de personas en cada una de las tres situaciones, es probable que la evolución de los demandantes con relación laboral esté relacionada con la de los demandantes fijos discontinuos", apuntaron Fedea y BBVA Research en su último observatorio trimestral del mercado de trabajo. Llegan a esta conclusión observando la evolución de los contratos y los afiliados y porque en estos demandantes con relación laboral se percibe el patrón estacional que tenía el paro registrado antes de la reforma laboral de 2022.

3,4 millones de parados efectivos

Ante esta situación, Fedea y BBVA Research acuñaron a finales del año pasado el concepto de paro efectivo. Los servicios de estudios suman los demandantes con relación laboral al paro registrado que el Ministerio de Trabajo comunica cada mes al considerar que el segundo está distorsionado por los cambios introducidos en la última reforma laboral. Los demandantes de empleo con relación laboral siempre han quedado fuera del paro registrado, pero el fuerte incremento de afiliados con contratos fijos discontinuos evidencian la necesidad de, al menos, informar sobre este impacto.

En noviembre el Gobierno comunicó un paro registrado de 2,73 millones de personas, 24.573 menos que en octubre. Sin embargo, de contabilizarse los 700.501 demandantes de empleo con relación laboral, el desempleo no habría bajado, sino que habría crecido en 48.725 personas. De sumar a esos parados resulta la cifra de paro efectivo, que en noviembre se habría situado en 3,44 millones de personas.

Como consecuencia, los fijos discontinuos mejoran el paro registrado en épocas de menos actividad (como noviembre) y moderan su caída en periodos de más trabajo (como previsiblemente ocurrirá en diciembre, cuando los empresarios reactiven a numerosos fijos discontinuos, especialmente en la hostelería). Esto implica, tal y como destacan expertos consultados por este periódico, que los datos de paro actuales ya no son comparables con los de años anteriores.

Otra conclusión que se desprende del último gráfico es que si el Gobierno incluyera a estos fijos discontinuos inactivos en el paro registrado, éste en realidad estaría en niveles muy similares a los que tenía antes de la pandemia. Es decir, que el paro efectivo no ha bajado respecto a 2019 (en noviembre de 2019 fue de 3,49 millones de personas). Conviene aclarar también que es siempre una cifra mínima, puesto que habrá trabajadores que pierdan su empleo y decidan no inscribirse en el SEPE, quedando fuera del alcance de la estadística.

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