La aprobación provisional de Madrid Nuevo Norte por parte del Ayuntamiento de la capital tiene al Ministerio de Fomento como uno de los grandes beneficiados. Tras más de un cuarto de siglo de espera, al fin se desbloquea un desarrollo detrás del que se encuentra la venta de una enorme extensión de terreno en el entorno de la estación de Chamartín que permitirá ingresar 1.250 millones en las arcas del departamento que ahora dirige, en funciones, José Luis Ábalos.
Los terrenos, propiedad de Adif y Renfe, forman parte del ámbito de lo que históricamente se denominó 'operación Chamartín', precisamente porque se trataba de desarrollar urbanísticamente el entorno de la estación, cuya infraestructura había generado una gran brecha entre los barrios del norte de la ciudad.
Con ser importante, los ingresos por Madrid Nuevo Norte no constituyen el único elemento trascendental para el Ministerio de Fomento. El otro es, sin duda, la construcción de la nueva estación de Chamartín, que se convertirá, de este modo, en el hub de alta velocidad hacia el norte, complementando así el papel que actualmente representa en exclusiva la estación de Atocha.
Una de las principales reivindicaciones del Ministerio de Fomento en las negociaciones a tres bandas mantenidas en estos últimos años con el Ayuntamiento de Madrid y la promotora Distrito Castellana Norte (DCN) ha sido dar una especial prioridad a la estación dentro del desarrollo, que está previsto que se extienda por un periodo cercano a los 25 años.
La estación, al inicio de las obras
Y, en efecto, así será. La nueva estación de Chamartín, que además se convertirá en la nueva sede de Adif, formará parte del primer paquete de obras que se llevarán a cabo para levantar Madrid Nuevo Norte. Fomento ya trabaja en lo que será un concurso internacional para determinar el diseño de una estación que pasará por ser la más moderna y avanzada de Europa.
El ministro Ábalos hizo hincapié en la relevancia que para los planes del departamento tenía el avance de Madrid Nuevo Norte. En una de sus comparecencias en la Comisión de Fomento del Congreso, Ábalos recordó que la construcción de la estación no está ligada al desarrollo urbanístico sino que forma parte de la estrategia del Ministerio para articular la creciente red de alta velocidad. Es decir, que se construiría de todas formas, aunque la operación Chamartín no viera la luz.
Sin embargo, si finalmente no se aprobaba el desarrollo, el coste de la nueva estación, valorado en el entorno de los 900 millones de euros, tendría que ser sufragado vía Presupuestos Generales del Estado; en cambio, si Madrid Nuevo Norte se convertía en una realidad, la estación de Chamartín no tendría costes para los ciudadanos.
Distintas condiciones, mismo precio
"El único interés de Fomento en esta operación es la estación, que será un gran hub para la alta velocidad del norte de España. Pero siempre será mejor que el dinero no tenga que salir de los Presupuestos", apuntó Ábalos.
El ministro recordó entonces que Adif percibirá por los suelos la misma cantidad que la ya establecida en 2009, mediante un canon fijo, pese a que el plan ha sufrido modificaciones, entre ellas, una notable reducción de la edificabilidad. "Adif ha defendido siempre el interés general y no ha aceptado rebajar ese canon, como pretendía DCN. Después de cruzarse hasta 26 propuestas, se alcanzó un acuerdo definitivo en diciembre. Y Adif consiguió ganar, el canon no se ha tocado", explicó Ábalos.