Las agencias de calificación crediticia Fitch y Standard & Poor's retirarán sus respectivos ratings para la ciudad de Madrid, después de que el Ayuntamiento de la capital decidiera no renovar los contratos con las dos entidades, que vencían al finalizar 2015. La agencia Fitch ha informado de la retirada de las calificaciones a largo plazo y como emisor en moneda local de Madrid, siendo estas 'BBB+' con perspectiva estable. Por su parte, Standard & Poor's ha confirmado en un comunicado el 'rating' para la ciudad de Madrid en 'BBB+/A-2' con perspectiva 'negativa', antes de proceder a retirarlo.
El Gobierno municipal madrileño subrayó que no tiene intención de contraer más créditos, "más allá de la cuantiosa deuda que recibió"
La agencia de calificación S&P únicamente califica a emisores con los que no mantiene relación contractual alguna cuando se trata de emisores soberanos con el fin de poder asignar ratings a las entidades de estos países, algo que no ocurre en el caso de entidades locales como los ayuntamientos. S&P ha indicado que el mantenimiento del 'rating' de la capital refleja "principalmente" el 'rating' a largo plazo para el conjunto de España, ya que en su opinión la capital "no reúne los requisitos" para que un gobierno local o regional obtenga un 'rating' mayor que el país soberano. Respecto a la perspectiva 'negativa', la agencia de calificación ha indicado que refleja la posibilidad de que el resultado de la auditoría de la deuda que está realizando Madrid pueda tener "implicaciones negativas" a la hora de su "disposición" para afrontar el pago de su deuda.
No renovación del contrato
La semana pasada, el Ayuntamiento de Madrid anunció que no renovaría los contratos con Standard & Poor's y Fitch, que habían supuesto en 2015 un desembolso para las arcas municipales de 50.469,12 euros en el caso de Fitch y de 56.481,55 euros en el de S&P. Tras reconocer que las agencias privadas son, por lo general, un requisito a la hora de recibir créditos y, en ocasiones, para negociar las condiciones de pago de los mismos, el Gobierno municipal madrileño subrayó que no tiene intención de contraer más créditos, "más allá de la cuantiosa deuda que recibió", y que "el margen para negociar el pago de intereses y devolución de crédito es además muy limitado con las condiciones impuestas".