Economía

Los tres mejores todo terreno de un segmento en extinción: Defender, Land Cruiser y Rexton

Las normativas europeas de emisiones están poco a poco acabando con segmentos como el de los auténticos todo terreno, en el que sobreviven cada vez menos modelos, aunque hay todavía donde escoger

  • Las severas normativas de emisiones europeas están haciendo desaparecer del mercado a los grandes todo terreno.

Uno de los segmentos que más está sufriendo las severas normativas medioambientales impuestas por la Unión Europea es el de los todo terrenos, modelos que hace una década todavía vivían un buen momento en el mercado impulsados por los éxitos cosechados en los años '80 y '90 pero a los que la reducción de emisiones contaminantes en Europa los ha lastrado mucho, haciendo que muchos fabricantes desistan o no impulsen con demasiado entusiasmos sus ventas.

Tampoco las restrictivas leyes de acceso al entorno natural han ayudado, sobre todo en España, y la cada vez mayor dificultad para circular no ya fuera de los caminos, sino en las propias pistas de tierra que salpican nuestra geografía, están haciendo un flaco favor a este segmento. Afortunadamente, para quienes todavía disfrutan con estos modelos, encontramos en el mercado novedades tan interesantes como la nueva generación del Defender o los renovados Rexton y Land Cruiser, todos ellos con tracción total, reductora y bloqueo de diferenciales para asegurar, junto a notables cotas TT, superar obstáculos inabordables para los tan de moda SUV.

Land Rover Defender

La versión corta del Defender es sin duda uno de los todo terreno más eficaces hoy en día fuera del asfalto. Mide 4,32 metros, casi cincuenta centímetros menos que el Defender 110 de cinco puertas, y por ello se distingue frente a este en unas capacidad off-road todavía mejores. Ya no es el Defender un modelo como los anteriores diseñado para ser utilizado en las condiciones más extremas o como vehículo de trabajo en el campo, pero a pesar de su mayor nivel de refinamiento sigue ofreciendo unas cualidades dinámicas fuera del asfalto difícil de encontrar en el mercado.

Un refinamiento que transmite ya en su diseño exterior y que se refuerza nada más acceder a su interior, un habitáculo muy bien presentado por diseño y calidad de materiales, aunque con contrastes como el uso de materiales de altísima calidad en la zona del salpicadero o las puertas mientras que en el suelo recurre a alfombrillas de plástico, pensadas para facilitar la limpieza cuando se utilice en recorridos por campo. Combina por tanto robustez y refinamiento a la vez.

Y si por algo destaca el interior es sobre todo por el mucho espacio disponible, muy amplio en las plazas delanteras y también detrás incluso en esta versión corta de tres puertas, con el único inconveniente de un acceso a las plazas traseras no tan cómodo, aunque una vez instalados en ella la sensación de amplitud es muy notable. Otra cosa es el maletero, muy limitado en relación a la versión de cinco puertas, pues de los casi 800 litros de esta última el Defender 90 no llega siquiera a los 300.

Una vez nos ponemos en marcha, los primeros kilómetros a sus mandos ya dejan claro que estamos subidos a un todo terreno de verdad, por la altura a la que nos encontramos y por la visión que tenemos hacia fuera de su imponente carrocería. Formas muy cuadradas de la misma que mantienen la esencia del Defender original pero adaptadas a los tiempos actuales.

La dirección se mueve con cierta facilidad pero cuenta con más giros de volante entre topes que en la mayoría de los SUV, y aunque en ciudad las maniobras a la hora de aparcar requieren algo más de trabajo, luego en carretera muestra más precisión y facilidad de manejo de la esperada. Precisamente en ciudad esta nueva versión D250 diésel de seis cilindros cuenta con la ventaja de su etiqueta ECO debido al empleo de un sistema microhíbrido de 48V que le hace muy agradable a baja velocidad a la hora de movernos entre el tráfico urbano.

Su respuesta es muy progresiva en todo momento y empuja de una forma muy continua bien gestionada por la caja de cambios de ocho velocidades, de funcionamiento sobre todo suave pero con la suficiente rapidez en la gestión para disfrutar de un elevado dinamismo. Porque a pesar de su peso, los 250 CV y, sobre todo, los 570 Nm de par máximo, garantizan un rodar muy vivo sobre trazados amplios en los que se siente sin duda muy cómodo.

No lo está tanto cuando nos adentramos en carreteras más viradas, de trazado más lento y curvas de baja o media velocidad. Si las frenadas y aceleraciones son constantes, el Defender no se siente ya tan a gusto y sus largos recorridos de suspensión se dejan sentir frenando y cambiando de trayectoria entre curvas. Pierde aquí viveza de reacciones y requiere una conducción algo más pausada.

Pero por vías rápidas, destaca por su elevado confort de marcha, incluso a ritmos altos que los mantiene con total facilidad. Las curvas rápidas las traza con precisión y sin que debamos minimizar el ritmo de marcha, transmitiendo suficiente confianza en sus reacciones para disfrutar a sus mandos durante largos desplazamientos. Ayuda a ello el motor, y su refinado seis cilindros diésel combina suavidad con altas prestaciones, aunque lógicamente no llega a unos consumos precisamente bajos.

Donde no tiene casi rivales es en campo, con muchos y buenos argumentos El principal es la altura libre al suelo que llega hasta los 291 milímetros con la suspensión neumática y a 218 milímetros con la convencional. Los ángulos de entrada y salida son además muy buenos, tiene un diferencial central bloqueable, reductora y un ajuste de la parte electrónica que facilitan mucho el trabajo garantizando una excelente motricidad en todo momento.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Defender 90 D250 MHEV SE; MOTOR Diesel, 6 cilindros, turbo; CILINDRADA 2.996 cm3; BATERÍA -kWh; POTENCIA CONJUNTA 249 CV; PAR MÁXIMO 570 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 188 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 8,0 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 10,8 l/100 km; AUTONOMÍA 640 km; DIMENSIONES 4.323 / 1.996 / 1.974 mm; NEUMÁTICOS 225/60 R 20; PESO EN VACÍO 2.303 kg; MALETERO 297 l; PRECIO 80.450 €.

SsangYong Rexton

Es una puesta al día del Rexton que llegó al mercado hace cuatro años, un todo terreno en su más amplio sentido  que además de diferencias estéticas y mejoras en el equipamiento monta una versión evolucionada del motor diésel de 2,2 litros que sube hasta los 202 CV y una nueva caja de cambios automática con ocho velocidades. Como verdadero todo terreno que es, cuenta con sistema de tracción a las cuatro ruedas conectable manualmente, tiene caja reductora y bloqueo electrónico del diferencial posterior.

Mide 4,85 metros de longitud y tres filas de asiento para un total de siete plazas y, como el Land Cruiser, su chasis es de largueros y travesaños. Quedan pocos modelos ya en el mercado con un chasis similar pero monta suspensión de tipo independiente. Por ello, en carretera es un todo terreno en cierto modo confortable en términos generales, aunque no llega a las cualidades dinámicas de un SUV moderno.

El habitáculo es muy amplio, incluso en la tercera fila de asientos se pueden acomodar dos adultos de talla media. En las plazas delanteras encontramos algunas de las novedades introducidas en este nuevo Rexton. Una de las más relevantes está en los asientos, que tienen un mullido más confortable para largas distancias. Otra está en la consola central, que ahora tiene una configuración distinta. Tiene dos cajones con tapa y un mando eléctrico para el manejo del cambio en lugar de la palanca tradicional.

También hay una nueva instrumentación de pantalla de 12,3 pulgadas, aunque en los niveles de equipamiento más bajos sigue siendo de tipo tradicional. El volante también cambia, ahora tiene cuatro brazos y el sistema multimedia no dispone de navegación, pero es compatible con Android Auto y Apple CarPlay para navegar desde los sistemas de los propios móviles.

En la segunda fila de asientos se viaja con mucho confort, con mucho espacio para las piernas y altura al techo y una notable anchura para acoger tres adultos con holgura. La banqueta es fija, pero los respaldos tienen ajuste en inclinación. Quienes ocupen estas plazas tienen dos salidas de aire centrales orientables, una toma USB, una de mechero y, en algunas versiones, calefacción para los asientos. El maletero mantiene los 641 litros con cinco plazas y 236 cuando se usan las siete y el portón tiene apertura eléctrica según el nivel de equipamiento.

Una vez en marcha, el motor diésel transmite algo de rumorosidad a baja velocidad, pero a medida que ganas velocidad mejora en su refinamiento y se viaja con mucho confort y solvencia. Permite buenos ritmos en carretera y su consumo medio se mueve en torno a los 9 l/100 km a ritmo de 120-130 km/h.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Rexton D22 DTR 4x4 Premium; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 2.157 cm3; POTENCIA MÁXIMA 202 CV a 3.800 rpm; PAR MÁXIMO 441 Nm entre 1.600 y 2.600 rpm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 184 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H - s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 9,5 l/100 km; AUTONOMÍA 730 km; DIMENSIONES 4.850 / 1.960 / 1.825 mm; NEUMÁTICOS 255/60 R 18; PESO EN VACÍO 2.180 kg; MALETERO 641 l (5 plazas); PRECIO 42.800 €.

Toyota Land Cruiser

Es, junto al Defender, todo un icono en el segmento de los verdaderos todo terreno, un modelo que se mantiene fiel a la esencia del original y que sobrevive después de once generaciones adaptándose a las nuevas tecnologías sin renunciar a su carácter off-road. No es extraño por ello que siga estando plenamente vigente hoy en día, aunque ya con unas ventas mucho más limitadas tras el auge de los SUV y las cada vez mayores limitaciones que surgen para acceder a la montaña.

Aun así, estamos ante una verdadera leyenda del segmento que monta entre otras cosas un motor que supera por primera vez los 200 CV de potencia, un bloque diésel de última generación que mueve con enorme viveza a este gran todo terreno. Porque sus dimensiones, sobre todo en altura, son las propias de un modelo de este segmento, y subirse a él requiere para hacerlo fácil apoyarse en el estribo lateral y acceder así a su amplio asiento.

Una postura una vez en él marcada por esa gran distancia sobre el suelo desde la que disfrutamos de una gran visión del exterior y de una gran sensación de amplitud. Detrás también la tiene, con mucho espacio para tres ocupantes con un notable confort y un maletero en formato cinco plazas de 550 litros hasta la bandeja pero con mucho espacio de carga todavía hasta el techo, y con la posibilidad de disfrutar de dos plazas adicionales. Todo en el interior es confort y agrado, con una notable calidad de acabados y un salpicadero marcado por los grandes relojes analógicos del cuadro de instrumentos de estilo clásico de muy fácil lectura.

En marcha los primeros pasos dejan sentir su condición de todo terreno, con movimientos desde parado algo perezosos fruto del peso y la altura y de una dirección que necesita muchas vueltas de volante para maniobrar en ciudad, donde deja claro que no es su entorno preferido. Dejamos atrás el tráfico urbano, en el que sus consumos no son precisamente ajustados rondando con facilidad los 10 l/100 km, e iniciamos ruta en carretera, donde el Land Cruiser sorprende más de lo esperado con su fácil rodar.

El bloque de 204 CV ayuda a una sensación bastante dinámica a pesar de un cambio automático algo perezoso en su funcionamiento. Si quieres cierta viveza, mejor manejarlo en modo manual y anticiparte un poco antes para llegar a la salida de la curva en la marcha adecuada. Te mueves a ritmos muy altos en trazados abiertos con enorme facilidad con sus 204 CV y 500 Nm de par y, sobre todo, con mucho confort, tanto acústico como de amortiguación.

Otra cosa es adentrarte en carreteras estrechas y viradas, donde conviene moverse con cierta pausa. Pero si de viajar se trata, el Land Cruiser devora kilómetros con enorme facilidad, con unos consumos que puedes llegar a contenerlos en una conducción suave a ritmos estables en torno a los 9 l/100 km.

Pero donde marcas diferencias es en campo. Pocos rivales pueden moverse por donde lo hace el Land Cruiser con semejante facilidad y eficacia. Además de una enorme altura libre, sus amplios ángulos offroad, la suspensión neumática adaptativa AVS, el sistema KDSS (Kinetic Dynamic) que conecta o desconecta el esfuerzo de las barras estabilizadoras delantera y trasera, el sistema Multi-Terrain con diferentes modos y, por supuesto, la caja de reductoras, le permiten moverse por cualquier terreno sin apenas esfuerzo.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Land Cruiser 5p 2.8D VXL Auto; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 2.755 cm3; POTENCIA MÁXIMA 204 CV a 3.400 rpm; PAR MÁXIMO 500 Nm entre 1.600 y 2.800 rpm; CAMBIO Automático de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 175 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 12,7 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 9,3 l/100 km; AUTONOMÍA 900 km; DIMENSIONES 4.840 / 1.855 / 1.845 mm; NEUMÁTICOS 265/65 R 19; PESO EN VACÍO 2.295 kg; MALETERO 553 l; PRECIO 68.350 €.

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