La semana ha comenzado sin grandes estridencias en Bolsa, donde los principales índices europeos presentaban moderados avances, excepto el Ibex, que cedía de manera testimonial. Pero el mercado de deuda seguía presionando sin piedad a España, cuyo bono a 10 años se colocaba por encima de la cota psicológica del 6%, mientras la prima de riesgo superaba los 440 puntos. Los inversores miran con insistencia a Mario Draghi. Sólo el Banco Central Europeo (BCE) parece capaz de poner remedio a esta agonía. Algunas firmas de análisis anuncian con voz velada la posible implementación de más medidas de liquidez.
Si ir más lejos, hoy presentaba Barclays un documento titulado “El mercado demanda nuevos estímulos desde Europa”, destacando que las entidades financieras tienen todavía mucho dinero gracias al Long Term Refinancing Operation (LTRO) pero la velocidad a la que lo reembolsen y su destino es la clave para que mejore la deuda.
En este sentido, en Barclays apuntan que “la liquidez existente es suficiente para cubrir las necesidades de Italia y España, al menos por ahora. Pero el mercado podría estar preguntándose ya por las próximas coberturas”. Es decir, el dinero estaría bien guardado, precisamente en el depósito del BCE, reembolsándose sólo para afrontar vencimientos propios, no para comprar bonos soberanos.
En el mismo sentido se expresan los expertos de JP Morgan Cazenove: “los bancos afrontan el dilema de qué hacer con el dinero del BCE”. Los bancos españoles han solicitado una cifra récord al organismo emisor pero “la pregunta clave es cuánta deuda doméstica quieren comprar”.
Mientras los bonos españoles se despeñan, en Barclays lo tienen claro: “el mercado descuenta una nueva herramienta de liquidez” y, en su opinión, la mejor es la continuación del LTRO. Los expertos británicos consideran que el organismo que comanda Mario Draghi tiene mecanismos para favorecer la liquidez como bajar los tipos a corto, el citado LTRO, la compra de deuda directa o un programa de compras selectivas, pero en su opinión el más eficaz es el LTRO.
La bajada de tipos la consideran compleja, ya que la Eurozona es una economía de dos velocidades y no sería efectiva de la misma forma para todos. Los programas de compra selectivos, por su lado, presionan a los mercados periféricos que se quedan fuera pero, además, la compra directa (quantitative easing) no está en el mandato del BCE y es algo que suscita duras críticas desde economías como la alemana.
De momento, “las necesidades de liquidez parecen suficientes aunque el sentimiento de mercado siga deprimido, siempre que no vaya a más”. Pero el mercado tiene una gran obsesión con la solvencia de Europa y para mejorar la confianza “crece la idea de que un nuevo impulso monetario es preciso”. Los expertos señalan que “un nuevo LTRO está en camino”.