La decisión del Reino Unido de dejar de pertenecer a la Unión Europea provocó un cataclismo bursátil en Europa de dimensiones desconocidas hasta ahora. Hasta el punto de que los principales mercados del Viejo Continente vieron como en una sola jornada se volatilizaron algo más de 325.000 millones de euros. Un agujero que no fueron capaces de provocar, al menos en una sola jornadas, acontecimientos como los atentados del 11-S o la quiebra del gigante financiero estadounidense Lehman Brothers.
El pánico se apoderó de las grandes bolsas europeas desde el primer momento. Antes de que se abrieran las puertas de los mercados los inversores conocían con detalle el resultado del referéndum en el que triunfó el célebre Brexit. Los índices se tiñeron de rojo y registraron descensos, en algunos casos nunca vistos hasta el momento, como ocurrió con el Ibex-35.
El índice selectivo de la Bolsa española protagonizó el mayor desplome registrado desde su creación, en los años 80. Pero, además, con mucha diferencia, más de tres puntos porcentuales respecto a la anterior marca, que data de octubre de 2008, con una caída del 9,14%.
En términos de capitalización, el indicador más afectado fue el CAC-40 de la Bolsa de París. El Brexit provocó pérdidas superiores a los 96.000 millones de euros en la plaza francesa. Como en el caso del mercado español, fue el sector financiero el que acaparó los mayores descensos. Société Générale se desplomó más de un 20%. BNP, AXA y Credit Agricole protagonizaron pérdidas de entre el 14% y el 17%. Los fabricantes de automóviles Renault y Peugeot también figuraron entre los más afectados por el colapso bursátil: perdieron más de un 13%.
Sin precedentes
Por su parte, Francfort, llamada a ser sede de la nueva City europea, tampoco pudo evitar el aluvión de ventas, aunque sus descensos fueron algo más moderados. El índice DAX Xetra se dejó un 6,8%, castigado por Deutsche Bank y Commerzbank, con caídas del 14% y el 12%, respectivamente. Volkswagen cayó también por encima del 10%. La energética RWE y la propia gestora de la bolsa alemana, Deutsche Börse, sufrieron retrocesos superiores al 9%.
IAG, Lloyd’s y Royal Bank of Scotland, protagonizaron los mayores descensos de la Bolsa de Londres, paradójicamente la menos afectada por el Brexit. El índice FTSE-100 cerró con una caída del 3,1%. Los desplomes de valores como los mencionados, superiores al 20%, se compensaron con el buen comportamiento que mostraron valores que actuaron como refugio de los inversores, especialmente los del sector farmacéutico. GlaxoSmithkline y Astra Zeneca lograron avances superiores al 3%. También cerraron con notables ganancias el grupo editor Pearson y el fabricante de productos de consumo Unilever.
El cataclismo registrado este viernes negro en los mercados ni se asemeja a otras jornadas nefastas para las bolsas. Sin ir más lejos, el día de la quiebra de Lehman Brothers los principales índices europeos cerraron con pérdidas que no fueron más allá del 4,5%. Un comportamiento muy similar al que registró Wall Street en aquella sesión.