Europa necesita en 2030 extraer el 10% del litio que necesita para su transición energética en su territorio. Un porcentaje que actualmente ronda el 0,5%. Cáceres es parte de la solución. La ciudad extremeña tiene la mayor mina de litio de España y la segunda más grande del Viejo Continente. Una reserva que lleva ocho años intentando explotar la compañía australiana Infinity Lithium y que, por fin, siente que el inicio de la producción del proyecto de San José de Valdeflores está cerca.
“Esperamos la construcción de la mina en 2025 y empezar a sacar las primeras toneladas de hidróxido de litio en 2027”, explica Ramón Jiménez, consejero delegado de Extremadura New Energies, la filial española de Infinity Lithium. Esta semana, la empresa ha recibido dos buenas noticias para convertir estas previsiones en realidad. La primera ha sido la concesión de una subvención para la mina de 18,82 millones de euros en el marco de la convocatoria del PERTE VEC II.
“Es un impulso al proyecto”, detalla Jiménez. Los 18,8 millones representan un 1% de los 1.430 millones de euros que espera invertir Infinity Lithium, pero este respaldo del Gobierno español ha llevado a las acciones de Infinity a revalorizarse un 41% en la Bolsa de Sydney. La segunda buena noticia es que el Ayuntamiento de Cáceres ha certificado que el proyecto no es incompatible con el actual ordenamiento urbanístico municipal.
Búsqueda de un socio
La empresa quiere compartir este proyecto con un socio, ya sea industrial o financiero, para poder financiar esta 'megaestructura'. La empresa ha contratado al banco australiano Macquarie para que elija al mejor candidato que quiera comprar una parte minoritaria de la empresa para compartir esta inversión. “Hemos recibido muchas propuestas y la idea es encontrar un compañero de viaje, que entienda los ritmos de un proyecto de esta dimensión”, comenta el consejero delegado de Extremadura New Energies.
El furor por el litio está marcado porque es un material clave principalmente para las baterías del coche eléctrico. Su producción actual está concentrada en Australia, Chile y Argentina, su procesado está monopolizado por China. Como explican desde la empresa, la tonelada de litio ha pasado de pagarse en el mercado a 1.000 euros hace ocho años a los 35.000 euros que se paga actualmente, con algunos puntos donde el mercado ha llegado a situarlo en 85.000 euros la tonelada.
Esta mina promete una producción nominal de alrededor de 33.000 toneladas de hidróxido de litio (LiOH) anuales. Y por eso no faltan candidatos. Ramón Jiménez espera contar con todos los permisos adminitrativos a finales de 2024. Infinity Lithium tiene, de momento, concedido el permiso de exploración. El siguiente paso será presentar la demostración con el proyecto técnico y económico con el estudio de impacto ambiental y el plan de desmantelamiento de la mina. Unos procedimientos que esperan presentarlos antes de que termine este año.
Un mayor respaldo social para la mina
La subida del precio de la tonelada de litio no sólo llama la atención de los futuros inversores, sino que ha permitido aumentar los costes para mejorar su impacto ambiental. “Ha permitido, por ejemplo, que la mina no sea a cielo abierto sino que se pueda extraer cerrada, utilizar agua procedente de la depuradora de agua residuales, lograr una patente nueva para no utilizar gas natural y que no haya emisiones de combustibles fósiles en el proyecto”, comenta Ramón Jiménez. El directivo considera que todas esas mejoras y el aumento de la información a la población han permitido una mayor aceptación de los cacereños.
Un ruido social contra la mina que no ha sido menor en estos ocho años. La oposición de los cacereños a este proyecto se ha producido, principalmente, por la defensa de su biodiversidad, ya que es una zona de gran riqueza de flora y fauna, y por la defensa de su patrimonio, por su cercanía al emblemático Santuario de Nuestra Señora de la Montaña.
“Hemos dado más información a la gente para que vea que la explotación de la mina no tiene este impacto catastrofista”, comenta el directivo de la filial española de Infinity Lithium. “Creo que lo hemos logrado, porque la encuesta que hicimos este año nos reflejó que un 80% de los encuestados no está en contra del proyecto”, puntualiza.
Su desarrollo también se ve respaldado por el avance de la Ley de Materias Primas Críticas en Bruselas. Una normativa europea que, a priori, no será necesaria para que el litio se empiece a producir en Cáceres pero que, en caso de atascarse con la administración local y nacional, se convierte en un perfecto ‘plan b’ para impulsar la mina.
tenis
Buenos días,no tengo interés alguno en crear más polémica sobre éste controvertido proyecto en Extremadura pero me gustaría resaltar que el promotor del mismo,la sociedad australiana Infinity Lithium,cotiza en la bolsa de ese país a un precio ridículo,con una capitalización casi inexistente para abordar una inversión de tal magnitud como la proyectada.Ahora,parece que ha encargado a un banco de inversiones de su país que encuentre un socio con capacidad económica para llevar a cabo el proyecto.Sería un buen tema,ver como acaba todo esto, para un periodista de investigación.
Estulticio
El artículo se resume: Ecologistas en Accion, Adenex, etc...ya han cobrado su peaje.