Room Mate, el grupo hotelero fundado y presidido por Kike Sarasola, ha puesto sobre la mesa a parte de sus trabajadores, los de mayor responsabilidad, una carta con la que se comprometen a guardar la confidencialidad sobre cualquier noticia interna de la empresa, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes cercanas a la compañía.
En concreto, las citadas fuentes informan de que Sarasola está reuniendo a sus directivos y managers, cerca de medio centenar de personas, para darles instrucciones y asegurarse de que no existan filtraciones de información al exterior ante los tiempos convulsos que vive la compañía.
Esta decisión llega en medio de la crisis financiera y mediática que sufre Room Mate, pendiente de un rescate del Gobierno con 52 millones de euros y con su principal accionista y apoyo financiero, Sandra Ortega, intentando vender su 31% en la hotelera. La hija del fundador de Inditex es también avalista de la deuda que acumula la empresa.
Antes de que la pandemia arrasara con el sector turístico, la sociedad hotelera Room Mate ya cerró el 2019 con una facturación de 40 millones y unas pérdidas de 7,4 millones, según consta en las últimas cuentas publicadas en el registro mercantil consultadas a través de la plataforma Insight View.
Unos 'números rojos' que se han agravado con el coronavirus. A principios de año, Vozpópuli avanzó en exclusiva que Room Mate había solicitado al Gobierno una inyección de capital por alrededor de 50 millones de euros a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
No obstante, Room Mate consiguió cerrar a finales de abril un préstamo de 15 millones de euros a un año de plazo con el yerno del dueño de Mercadona, Roberto Centeno, dándole oxígeno para evitar el concurso de acreedores mientras se tramita la ayuda que ha pedido a la SEPI.
Fuga de talento en Room Mate
Sin embargo, la concesión de estas ayudas avanza a paso lento y los problemas de liquidez de la empresa se agravan cada vez más, llegando incluso a pagar las nóminas con casi un mes de retraso, tal y como publicó Vozpópuli. Además, Room Mate rebajó en un 25% el salario del comité ejecutivo del grupo, informan fuentes cercanas.
En este contexto, la salida voluntaria de trabajadores es constante: hace unos meses el 10% de la plantilla, que rondaba las 500 personas, habían abandonado la compañía. Es decir, más de medio centenar de bajas, entre excedencias y renuncias, tal y como publicó este medio.
Room Mate cuenta con algo más de un millar de trabajadores en todo el mundo, la mitad en España. De esos últimos, cerca del 70% (entre 350 y 400 personas) están afectados por un ERTE por causas productivas hasta el 15 de diciembre de este año.
El resto de la plantilla está activa en los hoteles que se han ido abriendo, pero fuentes cercanas a la empresa informan de que el malestar entre los empleados de Room Mate es creciente y cada vez son más los que buscan su futuro fuera de la compañía que Kike Sarasola fundó hace ya 16 años.
En este sentido, fuentes solventes también informan de que Room Mate pretende que los empleados se comprometan por escrito a avisar con un mes de antelación en caso de abandonar la empresa. Este periódico se ha puesto en contacto con Room Mate, pero no ha obtenido respuesta hasta el momento.
La cadena cuenta con 26 hoteles que suman más de 2.000 habitaciones, 14 de ellos en España y el resto repartidos por Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia Turquía y México, además de siete edificios de apartamentos, en su formato Be Mate, en Madrid, Barcelona, Milán y México.