La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que España es uno de los países menos atractivos de los 35 países que la integran para atraer a inmigrantes cualificados debido a las condiciones económicas y laborales que hay en el país, una mala noticia para la sostenibilidad de las pensiones públicas en el futuro, que necesitan que aumente la mano de obra en el país.
En un informe publicado este miércoles por la OCDE en colaboración con la fundación Bertelsmann, titulado "Indicadores de Atracción de Talento", considera que los trabajadores con un máster o doctorado elegirían a otros 26 países antes que a España como destino laboral, mientras que cree que sería la decimoctava opción para los empresarios extranjeros y la vigésimosegunda para los estudiantes universitarios.
El atractivo de España "está penalizado por la situación general de su mercado laboral y de su entorno económico", explica la OCDE en su documento, en el que afirma también que podría mejorar con unos trámites migratorios más sencillos y con mejores condiciones para permanecer en el país.
Un problema para las pensiones
El elevado envejecimiento de la población española y el problema que existe en el país para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones públicas en el futuro conlleva que España necesita, por un lado, incrementar las tasas de natalidad y, por otro, ser capaz de atraer inmigrantes cualificados que puedan incorporarse al mercado laboral, cotizar a la Seguridad Social y contribuir así a engordar las arcas del sistema para sostener el pago de pensiones.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) contempla que de aquí a 2050 el saldo neto de inmigrantes al año será de 270.000 inmigrantes, aunque no especifica si serán mano de obra cualificada o no, mientras que el Gobierno es menos optimista y cifra ese flujo en 125.000 migrantes cada año, según recoge en su Programa de Estabilidad.
