El precio de la gasolina se ha abaratado por segunda semana consecutiva, tras caer casi un 0,4%, mientras que el del gasóleo se ha mantenido estable, permaneciendo así ambos carburantes alejados de los máximos anuales que tocaron a mediados de octubre, lo que aliviará el bolsillo de los conductores de cara a este Puente de Todos los Santos.
Según datos del Boletín Petrolero de la UE recogidos por Europa Press, el precio medio del litro de gasolina ha caído esta semana un 0,37%, sumando su segunda semana consecutiva de descensos y situándose en los 1,339 euros.
Por su parte, el precio medio del litro de gasóleo ha repuntado ligeramente esta semana, en concreto un 0,078%, para situarse en los 1,276 euros.
Seis millones de desplazamientos
La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé entre este miércoles y el próximo domingo unos seis millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera durante el Puente de Todos los Santos, en el que es festivo nacional el jueves día 1 de noviembre.
De esta manera, ambos carburantes se mantienen alejados de los récords anuales, y máximos desde finales de 2014, que habían tocado hace dos semanas tras la espiral alcista en que entraron desde agosto al calor de la subida en los precios del crudo.
Este jueves el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba por debajo de los 76 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a unos 66 dólares.
No obstante, con respecto a las mismas fechas del año pasado, el precio medio del litro de gasóleo es un 15% más caro, mientras que en el caso de la gasolina acumula un encarecimiento del 11%.
Más barata que en la UE
A pesar de las subidas experimentadas en los últimos meses por la gasolina y el gasóleo, la gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,484 euros y 1,536 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,425 euros en la media de la UE y 1,432 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.