El Estado está en deuda con aquellos pequeños inversores que durante la pasada década apostaron por el negocio de las energías renovables y después se vieron cómo sus planes se vinieron abajo por los cambios regulatorios con efecto retroactivo. Al menos, este es el planteamiento del PSOE, que ha registrado recientemente en el Congreso una propuesta para la creación de una mesa que negocie con los afectados una especie de rescate, que correría a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, según aseguró la presidenta de los socialistas, Cristina Narbona, en una entrevista concedida a Vozpópuli.
"Este caso afectó a más de 60.000 familias que fueron gravemente dañadas, que perdieron incluso hasta sus propias casas por una inversión que consideraban asegurada por un marco regulatorio que no iba a cambiar". Pero no fue así; de un plumazo, las generosas primas a las energías renovables volaron, lo que se tradujo, además de en muchos dramas familiares, en más de una treintena de denuncias al Estado por parte de fondos de inversión internacionales.
"Estas entidades han podido acudir a los tribunales de arbitraje pero no así los particulares. Y si este Gobierno no ha tenido ningún problema en rescatar a la banca, debe tener en cuenta que con estas personas tiene una deuda social", indicó Narbona, quien además añadió que "desde 2010 se han destruido 80.000 empleos" en el sector de las energías renovables.
Narbona se mostró crítica con la estrategia que está llevando a cabo el Gobierno en materia de Energía y denunció que el ministro del ramo, Álvaro Nadal, ha denegado todas las propuestas que han llegado de las filas socialistas. De todas ellas, Narbona destaca, por encima de todo, tres. En primer lugar, un cierre gradual y progresivo de las centrales nucleares para no prolongar su vida más allá de 40 años; en segundo lugar, que la compensación económica que el Gobierno está dispuesto a ofrecer para evitar el cierre de las centrales térmicas esté condicionada al uso en exclusiva de carbón español; y por último, la adopción de un programa de compensación para aquellas comarcas afectadas por el posible cierre de centrales.
"A todas el ministro nos ha dicho que no. Y no sólo eso, sino que después nos ha presentado como los enemigos del carbón autóctono", criticó Narbona, que abandonó el pasado mes de junio su puesto como vocal en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras ser nombrada presidenta del PSOE en el 39 Congreso del partido.
Cambios para fijar el precio de la luz
Familiarizada precisamente con esta fuente de energía, Narbona también mostró sus reticencias a los planteamientos de Nadal sobre el efecto de los cierres de las centrales nucleares y de carbón en el precio de la luz. "Todo depende de la gradualidad con la que las fuentes sean sustituidas por las renovables. Incluso existe un programa de análisis de la Universidad Carlos III que demuestra que el precio puede llegar a bajar haciendo una transición gradual".
La presidenta del PSOE también adelantó que el Consejo para la Transición Ecológica de la Economía creado recientemente por el partido exigirá "un cambio en la retribución de las distintas fuentes de energía que hace que el precio de la electricidad se fije en el punto más alto, que es el que marcan los ciclos combinados. Esto podía tener sentido hace 20 años, cuando se ajustaba a la existencia de las fuentes tradicionales. Pero ahora, cada tecnología tiene su propio precio. Un kilowatio/hora nuclear y eólico no entran en las mismas circunstancias en el sistema y, en cambio, se tienen que adecuar a los ciclos. Esto ha generado lo que los economistas llamamos 'beneficios caídos del cielo', lo que al final encarece la luz".
Bruselas incentiva el autoconsumo
Narbona también hizo hincapié en la batalla del Gobierno contra el autonconsumo con el denominado "impuesto al sol" cuando "el conjunto de medidas que debate la Comisión Europea para los próximos años, el denominado paquete de invierno, habla de incentivar el autoconsumo".
Por último, la presidenta de los socialistas también afeó al Gobierno el hecho de que España sea "de los pocos países de la Unión que aún no tiene una Ley de cambio climático y transición energética". Y aseguró que, pese al optimismo que vende Moncloa tras las últimas subastas de renovables, "vamos muy justitos para cumplir el objetivo de 2020. Y para el de 2030 sí que vamos mal. Lo que habría que hacer sería destrabar el autoconsumo porque incentivaría el uso de la energía renovable".