Mientras la política mira hacia 2019 y las próximas elecciones, Magdalena Valerio, pone el ojo en 2023, cuando los 'baby boomer' comiencen a ser un shock real para el sistema de pensiones.
La ministra de Trabajo subrayó este jueves que la máxima de su cartera será buscar soluciones reales para el mayor problema que viene ahora, que será soportar el shock de los baby boomers pensionistas.
Por ello, Valerio destacó que es su obligación equilibrar el sistema hacia 2022 para que, cuando esta generación se una a los ya 9,5 millones de pensionistas, el sistema esté saneado.
Será una ardua tarea, ya que la ministra se niega que que los pensionistas vean mermada su retribución. Este Gobierno buscará alternativas por el lado de los ingresos y evitará recurrir a préstamos del Tesoro, ya que es una solución "cortoplacista que a la larga solo agrava el problema".
Medidas encima de la mesa
Valerio destacó que la Seguridad Social no debe asumir gastos que no le competen, ni renunciar a ingresos que sí le corresponden, como los derivados de la reducción de cotizaciones y tarifas planas "que deberían financiarse vía presupuestos", según su criterio, esto supondría una recaudación de unos 2.000 millones de euros.
Otra medida que puso encima de la mesa son los gastos de gestión de la Seguridad Social, que se podrían ahorrar unos 1.600 millones de euros si se pagasen con transferencia a Presupuestos Generales del Estado.
El destope progresivo de las bases máximas de cotización podrían repercutir entre 3.400 millones de euros y 8.000 millones. No obstante, la ministra señaló que no sabe con certeza si esta medida supondría más gastos que recaudación.
A todo esto hay que sumarle la máxima de generar más empleo y de calidad. Valerio destacó que lo ideal sería llegar hasta los 25 millones de empleados, pero entiende que es una utopía que lleva muchos años.
Mejorar la cotización de colectivos vulnerables
Otra medida de caracter más social será la de mejorar la acción protectora de la Seguridad Social para los colectivos más vulnerables como mujeres, temporales o becarios, de manera que lleguen a la edad de jubilación con una mejor carrera de cotización.
Valerio aseguró que los becarios gozarán de más protección, así como las cuidadoras no profesionales de personas en situación de dependencia y que se igualará la cotización de los contratos temporales y fijos.
Además, también posibilitará la firma de convenios especiales con trabajadores que han visto mermadas sus carreras de cotización durante la crisis.