El FMI podrá dar consejos independientes a la reestructuración del sistema bancario español pero poco más. No tendrá capacidad de imponer su criterio ni de vetar operaciones, según reconocen los términos de referencia para el personal del Fondo firmados por el Gobierno.
El Gobierno tiene "obligación" de entregar cualquier documento que se le reclame y sus informes llegarán a la CE
Los hombres de negro del FMI actuarán en solitario, según detalla el documento que confirma que su vigilancia se realizará “al margen de la que haga la Comisión Europea” y sus funciones incluirán el diagnóstico, la gestión y resolución de la crisis, la supervisión y la regulación pero sólo dando “consejo independiente”.
"Obligación" de transparencia al Gobierno
El documento sí resuelve los posibles conflictos con el Gobierno español: el poder está en manos del FMI en caso de enfrentamiento. Según afirma el acuerdo, el Ejecutivo español tendrá la "obligación" de "proporcionar toda la información necesaria para que el personal del Fondo lleve a cabo sus funciones de seguimiento".
Esa información será plasmada en un informe trimestral que evaluará el grado de cumplimiento de las autoridades españolas en el terreno financiero y de reformas. Esos informes serán remitidos a la Comisión Europea y al Directorio del FMI, por lo que el Gobierno quedará obligado a un strip-tease informativo en el terreno financiero.
De igual modo, el documento regla un procedimiento para evitar las presiones del Ejecutivo. Según dictamina el acuerdo, "cualquier solicitud de no publicación o de retraso de una publicación, será transmitida al personal del Fondo dentro de las dos semanas siguientes al envío del informe final a las autoridades y a la CE".
