Economía

Rajoy intenta evitar el rescate pese a que sus ministros económicos creen que hay que pedirlo pronto

El presidente alberga dudas, pero los titulares del área económica creen que el respiro de los mercados no durará. El Gobierno negocia con Bruselas autoaplicarse en los presupuestos un memorando que allane el camino para una ayuda 'sin pérdida de soberanía’.

El entorno del presidente Mariano Rajoy quiere intentar evitar el rescate soberano pese a que sus ministros económicos creen que será inevitable pedirlo.

Guindos, Montoro, Soria y Báñez consideran que el mercado nos está brindando un respiro porque se da por sentado que vamos a acogernos al auxilio europeo. Y si no lo hacemos, volverán las presiones sobre la prima de riesgo.

El jefe de la Oficina económica, Álvaro Nadal, uno de los hombres de confianza de Rajoy, cree que en cualquier caso será imposible materializar el rescate soberano hasta principios de 2013, porque todavía se están negociando las condiciones, hay que discutir la participación del FMI, comprobar cómo se desarrolla el salvamento de la banca y concretar los mecanismos de apoyo.

Por otro lado, la canciller Merkel ya le ha transmitido a Rajoy que haga todo lo posible para no tomar la ayuda europea y ahorrarle más problemas con la opinión pública alemana.

Un parte del entorno de Rajoy no se fía de los germanos y predica que se tienen que aprender las lecciones del rescate bancario: éste se pidió, ya estamos aplicando las condiciones y, sin embargo, aún estamos esperando que lleguen los fondos. Si para colmo el Gobierno español tiene que levantar la mano antes y solicitar el rescate sin que esté todo bien atado, entonces puede perder el escaso margen de negociación que le queda. Tan pronto como tengan la sartén por el mango, los alemanes bien podrían apretar más las tuercas.

En Moncloa son conscientes de que, si se solicita el auxilio, habría una revisión del estado de cumplimiento y por tanto de las condiciones cada vez que se plantee un desembolso igual que sucede con Grecia.

Además, la situación electoral en Galicia, País Vasco y Cataluña preocupa mucho. El Gobierno intenta explicar en Bruselas que no puede perder más soberanía al tiempo que las comunidades corren el riesgo de rebelarse.   

Llegado este punto, ¿cómo se pueden conciliar todas estas posturas? El Ejecutivo está negociando con Bruselas los próximos presupuestos para que incluyan las condiciones del hipotético memorando de entendimiento y autoaplicarse las medidas sin que parezca una pérdida de soberanía. Esto allanaría el camino para un rescate ‘sin condiciones’ una vez salten las alarmas en los mercados porque España siga sin someterse a la protección del BCE.

La idea consiste en que España se autoimponga primero un paquete de medidas en los presupuestos que sirva también de mensaje hacia los mercados. Éstas no consistirían en recortes, sino en reformas liberalizadoras. Luego, en una segunda vuelta, se podrían introducir iniciativas adicionales según exija la coyuntura y Bruselas.       

Guindos sostiene que en cuanto nos encontremos bajo el paraguas del BCE, éste podría funcionar como un bazooka que intimida a los especuladores y podríamos financiarnos directamente de los mercados, alejando el peligro de tener que solicitar más asistencia europea y por lo tanto una mayor condicionalidad. Sin embargo, en su opinión hará falta que el país cumpla con el objetivo de déficit público o al menos se acerque. 

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