El Banco Sabadell amortizó este martes todas las participaciones preferentes que aún tenía en circulación. La mayoría de ellas procedían del Banco Guipuzcoano y Caja Mediterráneo (CAM), adquiridas por la entidad catalana. Desde la semana pasada, el banco que preside Josep Oliu ha liquidado preferentes por valor de 78,5 millones de euros. Lo ha hecho, además, sin aplicar ningún descuento a los inversores, frente a lo que hicieron en los últimos años otras compañías como Repsol, Telefónica, Eroski o Fagor. Es decir, han cobrado el 100% de lo que invirtieron.
En concreto, la entidad catalana ha amortizado los 20,398 millones que CAM Capital que aún estaban en circulación procedentes de una emisión de septiembre de 2009. Días atrás hizo lo propio con otras dos emisiones por un importe de 6,07 y 3,45 millones. Su rentabilidad al cierre se situaba en el 6,80%. De igual forma, ha liquidado 18,792 millones emitidos por Sabadell International Equity y otros 10,84 millones registrados por Banco Sabadell. En estos casos, los rendimientos actuales alcanzaban el 0,775% y el 4,5%, respectivamente. De igual forma, los inversores con preferentes del Banco Guipuzcoano han recuperado su dinero. Este martes venció una emisión con un saldo nominal vivo de 1,16 millones (0,331% de rentabilidad) y hace una semana lo hizo otra por un importe de 17,733 millones (6,43% de interés).
En total, por tanto, Sabadell ha liquidado los 78,5 millones en preferentes que aún mantenía en circulación. Se suma así a empresas como el Banco Santander, Telefónica, Repsol, Caja Canarias o Cajasur que a lo largo de 2014 amortizaron anticipadamente o canjearon la totalidad de este tipo de productos perpetuos que todavía tenían en sus balances.
Tras la amortización ejecutada por el Sabadell, el saldo vivo de participaciones preferentes de las empresas españolas se reduce hasta los 703,7 millones de euros. Al cierre de 2014, la cifra ascendía a 782,1 millones, un 27,3% menos que lo 1.076,2 millones que había en 2013. Poco a poco, por tanto, van desapareciendo de los balances de la compañías las preferentes, que dejaron atrapados a cientos de miles de personas. Los casos más polémicos fueron los de las nacionalizadas Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia, así como los denominados Valores Santander del banco cántabro. El próximo 16 de marzo le tocará el turno a las participaciones de Caja Navarra, que suman 2,87 millones de euros.
Los 703,7 millones en preferentes que aún están en circulación, no obstante, apenas representan el 2,1% de los 33.184 millones que llegó a haber al cierre de 2009, según los datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME). El rescate a las cajas de ahorros obligó al sistema financiero a canjear y amortizar anticipadamente las preferentes. Así ha ocurrido con Bankia, que tenía, 4.885,2 millones emitidos en este tipo de productos, Catalunya Banc, 510 millones, o Novagalicia, 903 millones. Las tres han liquidado ya sus participaciones, aunque todavía hay miles de clientes enredados en los procesos de arbitraje o en la vía judicial. El sistema financiero en su conjunto emitió en España preferentes por 23.618 millones. Pues bien, en la actualidad apenas ostentan 318,9 millones.
Entre las que aún tienen participaciones vivas, únicamente hay tres empresas ajenas al mercado financiero. Se trata de SOS Cuétara, que mantiene 300 millones de euros en una sola emisión, Unión Fenosa, con 69,1 millones -también en una- y Sol Meliá, con 25,2 millones en una operación. El resto se distribuye entre Caixa Sabadell, con dos emisiones por más de 90,6 millones de euros; Bankinter, con una colocación por 58,2 millones; BBVA, con cinco por casi 45 millones de euros; La Caixa, una por 30 millones; Caja Guadalajara, con una por 20 millones; Caixa Girona, una por 20 millones; Caixa Manlleu, dos por 14 millones; Banco Popular, con cuatro por cerca de 14 millones; Ibercaja, una por 5,2 millones; Banco Pastor, una por 4,8 millones; Caja Navarra, una por 2,8 millones; Banca Cívica, una por 2,1 millones; Caixa Ontinyent, una por 2 millones; y Caixa Terrasa, una por 285.000 euros.
La mayoría de las empresas que se han deshecho de sus preferentes lo han hecho con quitas a los inversores, como ocurrió con Repsol, Telefónica, Eroski o Fagor. Otras, como Endesa, y ahora Sabadell, reembolsaron el total de las inversiones. Así, los 33.184 millones que había en 2009 se rebajaron hasta 30.892 millones en 2010. En 2011, sin embargo, la cifra repuntó ligeramente, hasta los 31.089 millones. Fue, de hecho, el último año en el que se emitieron preferentes (200 millones). Desde entonces, como consecuencia de la intervención del Gobierno, el saldo vivo no ha dejado de disminuir. La mayor caída se registró en 2012, cuando se liquidaron 18.324 millones, hasta los 12.765 millones. En 2013 volvió a reducirse drásticamente, hasta los 1.076 millones. Y en el último año se limitó a los mencionados 782 millones.Entre las que aún tienen participaciones vivas, únicamente hay tres empresas ajenas al mercado financiero: SOS, Sol Meliá y Unión Fenosa
Aunque en España no se hayan emitido nuevas participaciones preferentes en los últimos tres años, no quiere decir que las empresas españolas no hayan recurrido a estos productos en el extranjero. En este sentido, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el último año colocaron preferentes en el exterior por valor de 5.602 millones, muy por encima de los 1.653 millones de 2013. Asimismo, las emisiones de deuda subordinada -productos igualmente perpetuos- tampoco han desaparecido y en 2014 se emitieron en el mercado español 7.999 millones, frente a los 4.776 millones de 2013.