Las sicavs de las grandes fortunas españolas están apostando cada vez más por el exterior. De media, el 82,69% del patrimonio de ocho de las sicavs más relevantes ha sido invertido fuera de España, a cierre de 2017 y según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La 'fuga' más destacada es la que ha realizado la familia March a través de Cartera Bellver y Torrenova. En concreto, el primer vehículo invierte un 89,7% de su capital fuera, un 10,5% más que en el año anterior y el segundo, un 91,81%, un 11,97% más.
En total, el conjunto de las ocho sicavs analizada movieron 438 millones dentro de España, frente a los 3.261,29 millones que gestionaron en el exterior. En 2016, la cifra dentro de España ascendía a los 697,7 millones y fuera alcanzaba los 2.929,5 millones de euros.
Sandra Ortega, la heredera del imperio Indiex destaca por su poca participación interior. En 2016 era prácticamente simbólica, del 0,05% y a cierre del 2017 la redujo hasta un 0,04% (126.000 euros). En cambio, fuera de nuestras fronteras, la hija de Amancio Ortega mueve con la sicav Soandres 249,7 millones de euros.
Otra sicav destacable por su poca inversión en España es la de Ana Rosa Quintana, solo invierte un 4,5% de su patrimonio dentro del país. También es cierto que la sicav de la presentadora sólo gestiona 11 millones de euros y no es comparable con otras como Torrenova, pero su alto porcentaje del exterior llama la atención.
Morinvest, la sicav de Alicia Koplowitz, es la que más exposición tiene en España, un 17%. No obstante, también ha reducido su presencia ya que en 2016 alcanzaba el 20%. El vehículo de inversión de la empresaria maneja 415 millones de euros, de los que 98,4 millones están en España.
La familia Del Pino, a través de Chart y Allocation, dividen su patrimonio en un 77% exterior y en torno a un 16% interior en ambos casos. Entre las dos sicavs manejan 541 millones de euros.
El vehículo de inversión más rentable en 2017 fue Arbarin, del empresario Juan Abelló, con un 13,73%. Este retorno lo ha conseguido, en parte, a la desinversión en España. A cierre de 2016 apostaba por un balance en su cartera de 17,3% (interior) y 66% (exterior). En 2017 optó por reducir su participación al 14,68% en el caso de España y aumentar la presencia exterior hasta el 75,47%.
