Un indicador más para entregarse a la narrativa del inicio de una cierta recuperación, aunque los ciudadanos de a pie aún se encuentren bastante lejos de percibirla. Pese a que el paro registrado sube en 87.028 personas en octubre sobre septiembre, este conjunto de datos rompe con la tendencia de seis años de aumentos brutales del desempleo a tasas interanuales. Respecto a octubre de 2012, el paro baja en 22.138 personas, lo que supone el primer octubre de la crisis que registra una caída en términos interanuales.
Este fenómeno no sucedía desde octubre de 2006, cuando descendió en 60.025 personas. Pero la cifra cobra aún más importancia cuando se compara con la entrada del otoño de los últimos seis años. En términos interanuales, el paro siempre acumuló en octubre cantidades abrumadoras: 472.595 más en 2012; 274.450 en 2011; 277.623 en 2010; 990.327 en 2009 y 769.449 en 2008.
Aunque prácticamente desangrado hasta niveles insoportables, el paciente por fin está restañando las heridas incluso cuando el buen tiempo se acaba y por lo tanto la bonanza del turismo. De hecho, por el lado de la afiliación, sólo en octubre se registraron 54.927 afiliados más. Desestacionalizadas, las estadísticas de cotizantes del mes serían incluso mejores y alcanzarían los 71.000. Y aunque a veces sea sinónimo de precarización en el trabajo, el número de autónomos ha engordado en 3.289.
Mejora la contratación
Los indicadores económicos muestran un suelo tras cinco años de recesión enquistada. Según los expertos consultados, la última Encuesta de Población Activa ya ofreció una mejora del empleo equivalente a un levísimo crecimiento de la economía del 0,2 por ciento. Y ese repunte de la actividad se traduce en otro dato con notas positivas: la contratación aumenta en los últimos 12 meses en 155.227, un 10,9 por ciento.
Cierto es que los contratos indefinidos descienden en 11.232, pero al menos los temporales se elevan en 166.459. Todavía abunda la incertidumbre, y las empresas no contratarán de forma indefinida hasta que no haya un incremento sostenido de la actividad y con ello unas previsiones más halagüeñas.
Los malos datos
No obstante, todavía se presentan muchas sombras en estas series. Desde octubre de 2012, se han destruido 376.354 empleos. De modo que la cifra total de cotizantes se sitúa en los 16,3 millones, lejos de los casi 20 millones que se consiguieron antes de la crisis. Y de septiembre de 2012 a septiembre de este año, han desaparecido 19.733 empresas y el número total que aún resiste se recorta hasta los 1,39 millones.
Entre los puntos más lúgubres, los desempleados siguen perdiendo protección económica. De los 4,8 millones de parados, tan sólo 1,2 millones ingresa la prestación contributiva y 1,1 millones cobra el subsidio de paro. Por lo que la tasa de cobertura ha vuelto a disminuir un 4,3 por ciento en tasa interanual y se sitúa en el 60,7 por ciento, bastante por debajo del 68 por ciento de 2011 o el 75 de 2010.