El nombre de Arturo Crespo Arranz ha pasado casi desapercibo en la agenda política, pero su figura ha sido clave (y polémica) en Correos en los últimos años. Aunque con perfil bajo, fue uno de los tenientes coronoles que estuvo presente en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas la noche del Delcygate; dos años más tarde, en 2022, el entonces presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, le fichó como director de Seguridad de la compañía. Ahora, Correos y Crespo han pactado la salida de éste, que ha decidido volver a la Guardia Civil, para alivio de Pedro Saura, que está envuelto en la polémica por sus vínculos con José Luis Ábalos. 

Según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) de este lunes 24 de marzo, Correos ha revocado de todos sus poderes a Crespo Arranz. Crespo no ha sido el único cargo que ha perdido sus funciones de apoderado, pero sí es la figura más significativa. 

Según explican fuentes mercantiles, este acto de revocación de poderes significa que el afectado deja de poder actuar en nombre de la compañía con autonomía, pero no es necesariamente sinónimo de que éste abandone la empresa. Sin embargo, "sí suele ir de la mano". "Si le quitas los poderes para poder actuar en tu nombre es porque algo ocurre", señalan fuentes expertas. En este sentido, Vozpópuli ha podido saber que la salida de Crespo de Correos ha sido pactada por ambas partes. Tras esto, Crespo volverá a la Guardia Civil.

El trabajo de Crespo en Correos: el 'chivato' de Serrano

El papel de Crespo Arranz en Correos no ha estado exento de polémica, por su estrecha relación con el expresidente de la compañía. Juan Manuel Serrano, amigo del presidente del Gobierno, especialmente desde que le prestó todo su apoyo al tener que dejar el PSOE tras perder la votación para realizar unas elecciones Primarias en 2016, era consciente desde el principio hasta el fin de su mandato (2018-2024) de que tenía muchos enemigos dentro de la corporación.

Para reforzar su posición dentro del operador público postal decidió fichar a Arturo Crespo Arranz, que estuvo presente en la noche del Delcygate, como jefe de seguridad de Correos. 

Fuentes internas de la compañía declaran a Vozpópuli que su fichaje se recibió con mucha "sorpresa" porque esta área de la compañía siempre se había gestionado por personal interno. "Siempre había estado en manos de gente de Correos", aseguran; y declaran que muchos empleados de Correos sospechaban que entre sus atribuciones se encontraba la de descubrir e investigar a aquellos trabajadores del operador postal con cargos intermedios o altos que se oponían a su gestión.

En los pasillos de la sede de la empresa se hablaba de maniobras en paralelo a Correos Telecom -el operador de telecomunicaciones de Correos- para realizar el seguimiento de estos trabajadores. Fuentes consultadas por este diario aseguran que se trata de una noticia que es un soplo de aire fresco para Pedro Saura.

Un alivio para el presidente de Correos, Pedro Saura

La salida de Crespo Arranz supone un alivio para el actual presidente del grupo, Pedro Saura. Por un lado, porque continúa con la 'purga' que se propuso hacer a su llegada con el objetivo de reestructurar la compañía y llevarla de nuevo a la senda del crecimiento tras la etapa de Serrano. 

Además, Saura suelta lastre al deshacerse de una figura ligada (aunque fuese colateralmente) al Delcygate como Arturo Crespo Arranz. Esta desvinculación es fundamental para Saura, que a su vez está en el ojo del huracán por sus vínculos con la trama Koldo. Saura fue número dos de José Luis Ábalos y fue parte fundamental en las gestiones del rescate de Air Europa. 

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