Los bancos españoles recibirán esta semana la visita de los 'hombres de negro' de la Troika. La llegada de los técnicos del Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) y la Comisión Europea se enmarca dentro de las inspecciones rutinarias de control al sector financiero tras el rescate del pasado verano. En esta ocasión, junto al control acordado en el MOU, la labor de la Troika se centrará en el estudio e impacto de la nueva directiva de las refinanciaciones impuesta por el Banco de España al sector, según fuentes financieras.
"La Troika quiere llevarse una foto lo más precisa posible de las consecuencias que puede tener esta nueva normativa en el balance de las entidades", explican desde el sector, que la pasada semana recibió la notificación de la visita de los 'hombres de negro'.
Por el momento, no existe una cifra oficial del volumen de provisiones que necesitará el sector para hacer frente a la reclasificación de sus cárteras de préstamos refinanciaciados, que asciende a 208.000 millones. Así lo confirman fuentes del Banco de España. En el sector se estima una banda de entre 10.000 a 15.000 millones. Un esfuerzo que tendrá un efecto dispar entre las entidades, según reconocen desde el propio Gobierno.
"El impacto será menor en la mayoría del sector. Sin embargo, si hay un número reducido de entidades que tendrán que concentrar la mayor cuantía de las provisiones", explican estas mismas fuentes. En el sector se asegura que Popular y Sabadell serán quienes tendrán que concentrar más provisiones entre la banca sana.
Tanto el supervisor como Economía descartan que las nuevas provisiones por las refinanciaciones lleven a algunas entidades a solicitar más ayudas públicas
Los datos del supervisor, recogidos en el Informe de Estabilidad Financiera de mayo, cifran en 208.206 millones el nivel de préstamos refinanciados por la banca española al cierre del pasado ejercicio, un 13,6% del crédito al sector privado residente. De ellos, el 42,4% (88.270 millones) está clasificado como normal por las entidades, mientras que un 20,6% (42.890 millones) es subestándar y el 37% (77.036 millones) restante, como dudoso. En total, casi 120.000 millones (concretamente, 119.926 millones) están con problemas de pago.
Esta cantidad se incrementará considerablemente tras la reclasificación de los préstamos refinanciados 'sanos' a subestándar o, directamente, a dudosos. En el sector se calcula que, al menos, el 50% de estos 88.270 millones pasarán a una situación dudosa, lo que obligará a las entidades a realizar nuevas provisiones.
En el Banco de España preocupa el impacto que tendrá esta nueva ronda de provisiones en las entidades dentro de la situación macroeconómica tan delicada que atraviesa la economía española. De hecho, el supervisor tiene previsto estar "muy encima" de las entidades, según reconocen fuentes del Banco de España, para controlar el efecto de estas provisiones en las cuentas de resultados de los bancos y sus niveles de capital. Incluso no se descarta que una parte del sector continúe en números rojos al cierre del ejercicio.
En el Banco de España preocupa el incremento de la mora por la delicada situación macroeconómica y las altas cifras del paro
"Los bancos españoles van a vivir un año complicado", confirman estas fuentes del supervisor, que huyen de un discurso triunfalista. "El mensaje de este 2013 todavía es de prudencia. La mora (actualmente en el 10,39%) seguirá aumentando a lo largo de los próximos meses por el deterioro de la economía española y el incremento del paro", reiteran en Cibeles.
Lo que sí se descarta tanto en el Banco de España como en Economía es una nueva ronda de ayudas públicas para las entidades. "El nivel de provisiones en este año será todavía importante pero muy inferior a las que tuvieron que dotar las entidades el pasado año por el efecto de los dos descretos Guindos y el test de Oliver Wyman. No habrá ayudas públicas por las refinanciaciones", explican estas fuentes del supervisor.
La recapitalización de la banca española ha obligado a las entidades a realizar provisiones por algo menos de 200.000 millones de euros, un 20% del PIB español.