El Ministerio de Empleo está buscando fórmulas con las que rebajar la factura del paro. Y en un solo mes ha endurecido las condiciones para acceder a la Renta Activa de Inserción, que brinda 426 euros, y al Plan Prepara, que otorga 400 euros. Según cifras barajadas en el sector, estos cambios podrían dejar sin cobertura al menos otras 125.000 personas. Si se atiende a los datos de la Encuesta de Población Activa, en estos momentos el 43 por ciento de los desempleados no se beneficia de ningún tipo de prestación o subsidio.
El Consejo de Ministros de hoy viernes aprobará unas modificaciones del Plan Prepara, los famosos 400 euros, que imposibilitarán el acceso a todos los jóvenes cuyos padres cuenten con unas determinadas ganancias.
Hasta ahora, la legislación concedía el derecho a aquellos cuyos ingresos por unidad familiar no superaban el 75 por ciento del salario mínimo. Sin embargo, sólo se tenían en cuenta a los descendientes. A partir de ahora, también se contabilizarán en el cálculo a los ascendientes, es decir, los padres.
En la actualidad, de los 200.000 que se benefician de este subsidio, unos 70.000 tienen menos de 25 años. Los expertos cifran en al menos unas 50.000 personas las que podrían dejar de percibir los 400 euros. Tales modificaciones sólo se aplicarán para los nuevos solicitantes y no para los que ya se los embolsan.
Por otro lado, a finales de julio la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aprobó el endurecimiento de las condiciones para lograr la Renta Activa de Inserción. Ésta concedía 426 euros a personas mayores de 45 años que habían estado doce meses como demandantes de empleo. Sin embargo, ahora se ha limitado el acceso a sólo aquellos que hayan percibido antes la prestación de paro. De modo que muchas amas de casa que solían disponer de esta ayuda ya no podrán.
La misma ministra ha reconocido que casi 70.000 personas no ingresarán este subsidio. El PSOE y los sindicatos hablan de guarismos bastante superiores y explican que un porcentaje muy alto de los 230.000 beneficiarios mensuales nunca había trabajado. De hecho, algunos expertos señalan que esta prestación engorda las estadísticas de paro en España, porque este tipo de ayudas en otros países no se ligan al desempleo sino a situaciones de asistencia social.
Una fuente del PP reconocía que quizá el Gobierno no ha valorado la importancia de estas iniciativas para mantener la cohesión social y que las partidas, de casi 400 millones cada una al mes, no resultaban tan onerosas. “Es una forma de caridad necesaria”, apuntaba. Mientras que un sindicalista argumentaba que los que han de recurrir a esa prestación no lo hacen por defraudar sino porque no disponen de otros recursos.
Con el fin de compensar estos nuevos recortes, el Gobierno ha aumentado los 400 euros hasta los 450 para aquellos que soporten cargas familiares.