ACS ha sufrido un desplome del 30,9% beneficio entre enero y junio, frente al mismo período de 2019. El grupo constructor que lidera Florentino Pérez ha registrado en la primera mitad de 2020 unas ganancias de 361 millones de euros, mientras que su facturación también ha retrocedido un 2,6% hasta los 18.337 millones de euros.
La empresa destaca a su filial de concesiones, Abertis, como el principal lastre de sus cuentas de este período. "Este resultado se ha debido principalmente a la evolución de Abertis, cuyo tráfico ha estado fuertemente afectado por las medidas de confinamiento introducidas en la mayoría de los países donde opera", detalla ACS en sus cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado bruto de explotación (EBITDA) se ha situado en los 1.345 millones de euros, un 17% menos. Sin el impacto de Abertis, ACS señala que la caída del EBITDA se habría reducido al 6,8%. Las medidas de confinamiento y restricción de la movilidad decretadas en la mayoría de los países donde Abertis opera han provocado caídas drásticas en el tráfico medio diario desde el mes de marzo, con fuertes retrocesos en los meses de abril y mayo.
Por tanto, la contribución de Abertis al EBITDA y beneficio neto en el primer semestre ha caído en 175 y 141 millones de euros respectivamente respecto al año anterior. "El levantamiento de estas restricciones en el mes de junio ha permitido la recuperación paulatina del tráfico; actualmente las cifras de tráfico medio diario muestran una evolución positiva", afirma en sus cuentas.
Clece
En Servicios (Clece), las actividades de limpieza y mantenimiento de aquellas infraestructuras sociales que cesaron su actividad en España durante el estado de alarma, como centros escolares o de ocio, instalaciones no esenciales y el transporte aéreo, se redujeron significativamente.
No obstante, el incremento de la actividad en centros hospitalarios y dependencias públicas ha permitido compensar el volumen de ventas, aunque el refuerzo temporal en seguridad y salud laboral ha implicado una reducción de los resultados operativos en este trimestre. En concreto, el impacto en el EBITDA y en el beneficio neto ha sido de 25 y 19 millones de euros respectivamente.
En el resto de actividades el impacto ha sido menor, con variaciones en la producción trimestral entre el 5 y el 10%, tanto en la actividad de Construcción como en Servicios Industriales y de Minería, que han sido consideradas esenciales.