Cuando azota un temporal los capitanes tienen dos opciones: capearlo o correrlo. Con la crisis italiana que sacudió los mercados de deuda en mayo, los bancos españoles siguieron las dos estrategias. Ha habido entidades que han comprado bonos transalpinos, y los hay que los han vendido.
Liberbank y Bankia son las entidades que más deuda de Italia han comprado en 2018. La entidad asturiana elevó su exposición en 2.500 millones, de 1.284 a 3.812 millones; y la nacionalizada en 1.000 millones, de 4.656 a 5.719 millones.
CaixaBank e Ibercaja también lo hicieron con la compra neta de 467 y 185 millones, respectivamente.
Las entidades españolas que han seguido esta estrategia lo han hecho para mejorar su rentabilidad. La crisis para formar el Gobierno italiano y el miedo del mercado a una nueva crisis del euro hicieron que la rentabilidad del bono italiano pasara en unos días del 2% al 3%. En el mercado de bonos, la rentabilidad es inversamente proporcional al precio.
Bonos baratos
Por ello, estos cuatro bancos vieron una oportunidad de comprar bonos baratos confiando en que la crisis italiana no vaya a más. Si les sale bien y el bono se recupera, podrán vender con plusvalías -mejorando su cuenta de resultado- o aguantar los bonos a vencimiento, con la mejora mientras tanto en capital. Así ocurrió con todos los bonos del Reino de España que compraron con la prima de riesgo en 400-500 puntos.
Por contra, tienen el riesgo de que la crisis italiana vaya a más y la rentabilidad de su deuda se dispare, haciéndoles un agujero. Desde el pico de las tensiones, la deuda italiana se recuperó y ahora ha vuelto a perder valor, hasta cerca del 3%.
Santander y Sabadell eran las entidades más expuestas a Italia, por lo que han vendido bonos
Ante este peligro, las dos entidades que más expuestas estaban a Italia han vendido parte de estos bonos: Sabadell se desprendió de deuda valorada en 3.800 millones (un 39% menos) sólo en el segundo trimestre, y Santander traspasó 2.721 millones (un 59% menos).
"Estas ventas se han efectuado con el propósito de gestionar el incremento del riesgo de crédito de los instrumentos de deuda emitidos por Italia derivado de los cambios en la coyuntura política y económica de este país", señala Sabadell en sus cuentas semestrales.