La Comisión Europea eleva al 2,2% el crecimiento del PIB de España previsto para este año, tal y como se esperaba. El motivo no es la marcha actual de la economía, sino la pasada.
En mayo, en su última proyección, Bruselas situó el repunte de la economía en el 1,9%, pero desde entonces el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado al alza el crecimiento a finales de 2022 y ha publicado datos positivos para la primera parte del año, lo que automáticamente eleva en varias décimas los cálculos de la Comisión.
No obstante, advierte de que "la expansión económica será más moderada en el segundo semestre de 2023 debido a la pérdida de impulso del sector turístico, el debilitamiento de la actividad económica en los principales socios comerciales, el impacto del endurecimiento de las condiciones de financiación sobre la demanda agregada y la menor dinámica del mercado laboral".
En la revisión de sus previsiones económicas para el conjunto de la eurozona, publicada este lunes, Bruselas también rebaja una décima la previsión de crecimiento de España para 2024, del 2% al 1,9%, "ya que la ralentización de la actividad económica prevista para finales de año se prolongará al menos hasta el primer semestre de 2024".
En cuanto a la inflación, en España espera que este año se sitúe en el 3,6% de media, por debajo del 4% que estimó en mayo; para descender hasta el 2,9% en 2024, en todo caso aún por encima del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
"El poder adquisitivo de los hogares, que se espera se beneficie del mantenimiento de la relajación de las presiones sobre los precios junto con el aumento de los salarios nominales, mitiga parcialmente los vientos en contra del consumo privado", comenta.
Recesión en Alemania
España registrará el mayor crecimiento de las principales economías europeas. Destaca Alemania, donde la Comisión Europea proyecta una contracción del 0,4% este año, rompiendo toda expectativa de crecimiento (en mayo esperaba un repunte del 0,2%). Asimismo, rebaja el crecimiento de Italia (del 1,2% al 0,9%), Países Bajos (del 1,8% al 0,5%) y Polonia (dos décimas, también hasta el 0,5%); y eleva en tres décimas el de Francia, hasta el 1%.
Esto arrastrará a la eurozona a registrar un modesto repunte del 0,8% (frente al 1,1% previsto en mayo) este año. Ya en 2024, crecerá un 1,3%, según los cálculos de la Comisión, tres décimas menos de lo previsto hace cuatro meses. La inflación en el conjunto de la zona euro seguirá en el 5,6% este año y en el 2,9% el que viene.
El Ejecutivo comunitario debía realizar su actualización de proyecciones en julio, como es habitual, pero la pospuso ante la elevada incertidumbre económica y el riesgo creciente de desaceleración en Europa. A la debilidad de algunos indicadores (como los de actividad y crédito) podría sumarse una nueva subida de tipos por parte del BCE esta semana, con efectos contractivos en la actividad económica.