La economía española acelera su crecimiento, tal y como se vaticinaba. Ahora lo confirma el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha avanzado este viernes un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,5% en el primer trimestre pese al frenazo que experimenta el consumo en un contexto de persistentes subidas de precios.
El crecimiento de este trimestre viene dado por el avance de la inversión (1,2%) y de las exportaciones (5,8%), mientras que el consumo de los hogares se contrajo un 1,3% y el gasto público bajó un 1,6%, según refleja la Contabilidad Nacional del INE.
Este periódico ya avanzó que las previsiones apuntan a que el aumento del gasto público y de la inversión vía fondos europeos serán responsables de casi la mitad del crecimiento del PIB este año, con las elecciones municipales, autonómicas y generales de fondo.
En el cuarto trimestre de 2022 el PIB avanzó un 0,4% (inicialmente el INE comunicó un 0,2%), pese al lastre del desplome del consumo de los hogares y la inversión empresarial. El Instituto también ha revisado al alza el crecimiento del tercer trimestre (del 0,2% al 0,4%), del segundo (del 2,2% al 2,5%) y del primero (del 0% al -0,4%). Esto no afecta al crecimiento anual de 2022, que se mantiene en el 5,5%.
Aún por debajo del PIB prepandemia
Sin embargo, pese a haber pisado el acelerador y pese a que todos los países del entorno lo consiguieron ya hace tiempo, el PIB todavía no ha alcanzado los niveles prepandemia. En concreto, se ha quedado a dos décimas de lograrlo. Vozpópuli ya informó que está previsto que lo consiga en el próximo trimestre, antes de las elecciones generales.
El Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño ve el vaso medio lleno y ha puesto el énfasis este viernes, en su valoración de los datos, en que España "ha alcanzado prácticamente el nivel de PIB previo a la pandemia", el único indicador pendiente de recuperar.
En términos interanuales, el PIB pisó aún más el acelerador y elevó nueve décimas su crecimiento, desde el 2,9% al 3,8%, según el avance de datos de Contabilidad Nacional. La demanda nacional aportó 1,3 puntos al crecimiento del PIB interanual en el primer trimestre, cifra tres décimas superior a la del trimestre precedente, mientras que la demanda externa contribuyó con 2,5 puntos, seis décimas más.
Por su parte, el empleo de la economía, medido en horas trabajadas, aumentó el 0,4% entre enero y marzo, mientras que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo solo crecieron el 0,1%, debido al menor incremento de las jornadas medias a tiempo completo. Así lo reflejaron también este jueves los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
La economía se estancará en verano
Funcas advirtió hace unas semanas que el PIB sufriría un frenazo en la segunda parte del año por los efectos que tendrá la inflación persistente, el endurecimiento de la política monetaria y las turbulencias financieras en el consumo privado de las familias.
Desde Funcas explican que en el primer semestre jugarán 'a favor' la desescalada de los precios energéticos (especialmente el gas, que ha sido la materia prima que más se ha encarecido) y la recuperación del turismo (con una temporada de verano que se prevé como la de 2019). Además, tendrá un peso relevante en el crecimiento la ejecución de los fondos europeos.
Por contra, hay elementos contractivos que se manifestarán fundamentalmente en la segunda parte del año, según Funcas. El primero, que la inflación seguirá por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2%, con una previsión para este año del 4,3% de media. Además, en la subyacente no se aprecia todavía la desaceleración, lo que mantiene la presión tanto en pérdida de poder adquisitivo de los hogares como en la política monetaria.
Además, esta ralentización, que se espera que se produzca antes de las elecciones generales, se trasladará a 2024, cuando el PIB crecerá cuatro décimas menos de lo previsto en enero. La ralentización de la demanda interna y el hecho de que la política fiscal ya no sea tan expansiva (con la reactivación de las reglas fiscales y en un contexto de subida de tipos de interés) serán los causantes. El consumo público sólo crecería un 0,7% en 2024, frente al 2,2% de 2023, según consta en las previsiones del think tank.