La década perdida que los economistas más pesimistas auguraban para España ya está aquí. Según los datos del Ministerio de Economía, la riqueza de los españoles medida en PiB per cápita acaba de caer por debajo de los niveles del año 2003 con lo que se cierra un retroceso a niveles de hace diez años. Esa caída de renta arruina también un proceso del que Europa había presumido hasta ahora: la convergencia de rentas entre sus socios. España lleva cuatro años consecutivos empobreciéndose con respecto a la media de la Unión Europea.
Desde que España se incorporó a la UE, la renta española se ha acercado a la europea a un ritmo del 2,7% anual de media. Así, la renta por habitante ha pasado de representar un 72% de la media de la Unión a rozar el 94% antes de la crisis. Sin embargo, desde que empezó la gran recesión en 1997, esa tasa ha caído hasta el 89% el año pasado y por debajo del 88% este año 2013.
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La cifra no sólo refleja un problema para España. Resalta también un cierto fracaso de las políticas europeas puesto que las políticas de transferencias europeas no han frenado esa tendencia. La convergencia de rentas que comenzó con el acceso de España a la Unión Europea y que no se había detenido desde 1986 se ha dado la vuelta, precisamente, en un momento en que Bruselas estudia recortar los fondos a la solidaridad por lo que describe como "falta de eficiencia". En 1987, España recibió un saldo neto positivo de 217 millones de euros. En 2012, ese saldo fue de 2.693 millones y el total acumulado suma 93.454 millones, un 0,6% del PiB español anual.
En términos de paro, España no pierde una década sino dos
También la tasa de paro refleja que la década perdida de España es ya un hecho. Los niveles de convergencia en desempleo que España consiguió en los años 2005 y 2006 han descarrilado hasta el punto de que las diferencias en las tasas de desempleo con la zona Euro que hoy registra España son sólo comparables con las de la crisis de los años 90. En términos de paro, España no ha perdido una década sino dos, según los datos de la OCDE.
De hecho, para encontrar una diferencia de paro tan grande entre España y sus socios en la moneda común hay que remontarse a los años 1993 y 1994, cuando se vivió la última gran crisis en nuestro país.
Otros indicadores de gasto público también registran retrocesos que superan la "década perdida". Por ejemplo, los recortes en la inversión en infraestructuras han sido tan contundentes en los tres últimos años que las cifras quedan en niveles de los años 80. Así, en 2013, el recorte del gasto público ha sido del 13,5% después de que en 2012 el recorte fuera del 28,1% y en 2011 del 35,5%.
La década perdida en otros indicadores
Otros indicadores sociales también se sitúan a niveles de hace diez años. Así, por ejemplo, las cifras de nivel de estudios de la población más joven (de 15 a 34 años) que son utilizadas para interpretar el nivel cultural de las generaciones que han de tomar el relevo del país vuelven a niveles de 2002.
- La población con estudios primarios o sin estudios representaba entonces el 46%. Esa cifra es hoy muy similar, superando el 43%
- Por contra, la población con estudios medios apenas avanza una décima porcentual para subir del 27 al 28% mientras que la población con estudios superiores que antes era del 27% se sitúa ahora en el 29% con una tendencia a la baja.
También el gasto en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i)ha retrocedido casi de una década. En España las actividades de I+D las financian, principalmente, la Administración Pública (un 44,5%) y el sector de las Empresas (un 44,3%). El recorte del gasto público (del 5,7%, según los últimos datos registrados) es el responsable de ese retroceso a día de hoy. España ya tenía unas tasas de inversión que suponían la mitad de la UE. Con la crisis, esa diferencia es todavía mayor. España gasta ahora menos del 1,3% de su PIB en I+D+i, es decir, una tasa que también corona la década perdida.