Economía

Los transportistas se revuelven contra el campo y calientan la crisis: "Abusan del derecho de huelga"

La chispa ha estallado en Cataluña, donde la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer), ha denunciado a los responsables de los bloqueos

La revuelta del campo se ha vuelto a calentar. Después de unos días de aparente tranquilidad, marcados por la reunión de los sindicatos con el ministro de Agricultura, Luis Planas, la guerra ha vuelto a coger fuerza porque los transportistas, que en un principio se habían unido a los agricultores y ganaderos, les han terminado denunciando acusándoles de "abusar de sus derechos".

La chispa ha estallado en Cataluña, donde la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer), ha denunciado penalmente a los responsables de los bloqueos. Junto con su asociación catalana, la AGTC interpuso una denuncia penal por "coacciones y amenazas" contra los responsables de los bloqueos en la red viaria catalana que mantienen retenidos a centenares de transportistas en "contra su voluntad", tal y como recoge el comunicado. Ante las fuerzas de seguridad por evitar los cortes, denuncian, se han visto obligados a ejercitar acciones civiles y penales que "procedan" contras todas "las personas e instituciones responsables de dichos actos". Han exigido asimismo el inmediato restablecimiento de la circulación de la vía.

Este jueves los payeses catalanes seguían presionando a la Generalitat con cortes en más de una decena de vías en Lleida y Girona como protesta ante la grave situación que atraviesa el campo. Han pedido al conseller David Mascort que añada a su Departament las palabras de 'Agricultura, Ramadería y Pesca' así como la reorganización de la Agencia Catalana de Agua (ACA), pidiendo la cabeza del número dos, Jordi Molist. Mascort ha cedido a sus peticiones y ha anunciado una ayuda compensatoria de 200 euros por hectárea para los productores de cereales en las zonas de regadío donde no se ha podido regar.

Más allá de Cataluña

Pero la denuncia de los transportistas catalanes se extrapola a una gran parte de trabajadores del resto de España. Según ha podido saber Vozpópuli, aunque los catalanes son los más afectados al estar con la frontera con Francia, también el resto de transportistas están sufriendo "repetidamente" el abuso de los agricultores y ganaderos, ya sea porque llegan a la frontera francesa o porque les bloquean en las carreteras regionales rumbo a diferentes destinos.

"La decisión de los agricultores de bloquear de forma indefinida la frontera con Francia es un abuso del derecho de huelga y un ataque injustificado y grave a sectores de actividad, como el transporte, que sufre muchos de los males que ellos mismos reivindican. ¡Derecho no es Abuso!", declararon públicamente los encargados de Fenadismer este jueves a través de redes sociales.

Así, los trabajadores del sector de transporte han recrudecido la guerra del campo, que desde hace meses está generando bloqueos en todas las ciudades españolas y europeas. "Si no fuera por la gravedad de los hechos y el gran perjuicio para transportistas, parecería que se manifiestan contra el transporte", han añadido en este sentido.

Los transportistas dan la espalda al campo

Esta denuncia de los transportistas al sector agrario supone el rechazo definitivo al campo, después de que en un principio ambos sectores estuvieran unidos en las críticas a Europa. De hecho, durante unos días, los transportistas anunciaron huelga indefinida para mostrar su rechazo a la situación que está viviendo el sector primario. Pero el sector del transporte 'se cansó' y terminó desconvocando la huelga sólo dos días después, dando la espalda a los agricultores y ganaderos.

Precisamente, cuando la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por carretera nacional e internacional, la organización de empresas de transportistas que convocó esta huelga y la que paralizó una buena parte de la actividad económica en marzo de 2022, desconvocó la huelga, la guerra del campo sufrió un fuerte pinchazo que parecía que definitivamente pinchaba la rebelión. Ahora, el campo español ha recibido un nuevo golpe con la denuncia de los transportistas y su particular revolución se ha calentado todavía más.

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