Si duro es el día a día en la primera línea de fuego empresarial, aún peor es el paso a segundos y terceros planos. Baldomero Falcones lo ha vivido en sus propias carnes. Hasta comienzos del presente año aglutinaba los cargos de presidente y consejero delegado en el grupo constructor y de servicios Fomento de Construcciones y Contratas y también ocupaba la presidencia de la patronal constructora Seopan. Sin embargo, la compañía optó por su relevo y la agenda de Falcones se redujo de forma considerable.
Acostumbrado a estar presente en consejos de firmas tan relevantes como Banco Santander, Unión Fenosa y Cesce, entre otras, el ejecutivo ha decidido llenar su tiempo con una plena dedicación a sus finanzas personales, lo que ha incluido la creación de una sociedad patrimonial y también el regreso a la sicav familiar, Amolap Inversiones, que registró a finales de 2011 y que cuenta con un patrimonio próximo a los 20 millones de euros.
Cuando Falcones asumió todos los poderes en FCC, a mediados de 2008, optó por dejar a un lado Amolap, en la que figuraba como presidente. Las obligaciones corporativas no le permitían compatibilizar los cargos. Sin embargo, tiempo es ahora lo que le sobra.
Y más cuando se ha desvanecido la oportunidad de volver a la primera línea con Pescanova.
La fallida lista de Cremades
El nombre de Falcones sonó como futuro consejero de la compañía e incluso como presidente. Pero en realidad, todo formó parte de la fallida operación liderada por Javier Cremades, quien le propuso formar parte de una lista para liderar Pescanova.
Inquieto por la situación de la empresa y la pelea entre grupos de accionistas (los partidarios del ex presidente Fernández Sousa y los más próximos a Damm), Falcones quiso saber más y Cremades le convenció con el argumento de que confeccionaría una lista de consenso, con miembros de todas las facciones.
Con esta propuesta, Falcones aceptó aunque, finalmente, el intento quedó en nada porque Damm logró acaparar más apoyos en la junta de la empresa gallega y la candidatura de Cremades quedó en fuegos de artificio.
Un motivo más para centrarse en lo suyo y esperar una nueva oportunidad. La agenda está más vacía de lo habitual, el teléfono suena bastante menos pero no conviene oxidarse.
Falcones no dudó en dejar (y que aquella manera) el fondo de capital riesgo Magnum, participado por el ex Santander Ángel Corcóstegui, cuando en 2007 Esther Koplowitz le llamó para confeccionar y liderar el plan estratégico de FCC. Ni dejar la sicav familiar a la que ha vuelto hasta que vuelva a sonar el teléfono