El malestar con la Secretaría de Estado de Comunicación ha ido progresivamente en aumento desde las elecciones del 10-N. La prensa se ha quejado, incluso por vía oficial, del nulo acceso al presidente del Gobierno y de la limitación de preguntas en las escasas comparecencias de prensa de Pedro Sánchez.
La última queja ha sido la prohibición del PSOE a los medios gráficos de tomar imágenes de las distintas reuniones que la portavoz socialista, Adriana Lastra, está manteniendo con los grupos parlamentarios en el Congreso. Las fotos las ha facilitado directamente el partido.
Para muchos es un ataque a la libertad de prensa. Los periodistas lamentan que el PSOE está ocultando a los ciudadanos la negociación con ERC y cómo puede afectar al futuro del país.
Otra de las pruebas del progresivo deterioro de las relaciones entre la prensa y el Gobierno es la suspensión de la tradicional copa de Navidad que suele ofrecer La Moncloa por estas fechas. Es cierto que no es una celebración obligatoria, pero es uno de los momentos en los que periodistas, ministros y el propio presidente aprovechan para charlar de forma más distendida. Y también es una ocasión muy esperada por los periodistas, porque pueden conocer por boca del presidente algunas de las claves políticas del momento, en este caso las negociaciones de investidura.
La tensión es tal que incluso hay algunos periodistas que se están planteando organizar un 'plantón' al Gobierno durante la rueda de prensa que se celebra cada viernes tras el Consejo de Ministros. ¿No acudir a la convocatoria? ¿Acudir y abandonar la sala cuando empiece a hablar la ministra portavoz? ¿Expresar una queja formal en el turno de preguntas? Las opciones son muy variadas y nadie descarta ninguna de ellas en este momento.
Y todo por culpa de una semana nefasta desde el punto de vista informativo cuya guinda la puso el miércoles el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, con una polémica intervención en un foro empresarial. Oliver aseguró que hay una "tendencia enfermiza a hacer preguntas" y despreció a los periodistas que cubren habitualmente la información del Gobierno: "Son tertulianos. ¿Y eso no tiene nada que ver con la información? ¿O tiene algo que ver con que cada uno tiene una cuota determinada de activismo y de protagonismo mediático?", dijo Oliver.
#sinpreguntasnocobertura
El malestar de la prensa es tal que hasta la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se han movilizado. Hace una semana, ambas instituciones enviaron sendos comunicados en los que criticaban con dureza la actitud del Gobierno.
"El deber de los responsables políticos es someterse al escrutinio de la opinión pública a través de los medios de comunicación, en el marco del respeto a la libertad de expresión y a dicho derecho de información", señaló la APM. "La limitación de preguntas, o eliminación de las mismas, en las ruedas de prensa y comparecencias gubernamentales obstaculizan dicha misión".
La FAPE mantiene una línea similar y pone de relieve que este comportamiento supone "un claro menoscabo" y un "desprecio" a los periodistas y al resto de ciudadanos. "Hoy más que nunca necesitados de respuestas sobre las negociaciones para la formación del Ejecutivo", apunta.
Ambas asociaciones cargan contra las ruedas de prensa sin preguntas y la APM incluso asegura estar dispuesta "a intensificar su campaña #sinpreguntasnocobertura, en la que se exhorta a los periodistas a no acudir a actos informativos que no admitan preguntas". Ayer mismo, el Consejo de Redacción de la Agencia EFE también emitió un comunicado en la misma línea.
