Parece mentira pero García–Page ofreció ayer a su Comunidad Autónoma “como valor refugio donde no se discuta lo esencial”, quizás no lo parece pero García-Page es del PSOE y debe saber bien de lo que habla porque la pasada legislatura gobernó con Podemos. ¡El Presidente castellano-manchego quiere que su Comunidad sea el sagrado del que refugiarse del ‘sanchismo’!
El PSOE se desliza hacia la conversión de una CEDA de izquierdas del Siglo XXI. Ya no hay un PSOE, está hecho cachitos. Hay un socialismo a la catalana, el que revive el Tripartito pero no solo a nivel autonómico sino a nivel nacional. Del gobierno del Tinell de PSC, ERC y IC-V al del PSOE, Podemos y ERC en Moncloa. Han pasado 15 años y hay por medio 650 kilómetros.
A muchos dirigentes del PSOE el Tripartit “estatal” les inquieta. ¿Cómo recibirán sus votantes las cesiones a ultraizquierda e independentistas? García-Page en Toledo cree que mal, Lamban en Zaragoza tampoco es optimista y Fernández Vara en Mérida menos aún.
Puig en Valencia aspira a ser “el relator” por el que suspira ERC. El lunes viajó a Barcelona y participó en la cena de Fomento del Trabajo a la que también asistían Nadia Calviño y otros ministros, así como Pere Aragonés, el hombre de Junqueras. Torra les dio plantón pero eso da igual, Torra es solo una molestia innecesaria.
El PSOE se desliza hacia la conversión de una CEDA de izquierdas del Siglo XXI
Puig es junto con Francina Armengol, la presidenta de Baleares, y Chivite, la de Navarra, uno de los tres presidentes que ha defendido el acuerdo de Sánchez/Redondo con Podemos y ERC. El presidente de la otra Generalitat, la del Sur, la que hoy es leal al Estado y, en consecuencia, auténtica, está más que dispuesto a intermediar, quizás su origen de Morella, en la frontera de Castellón con Tarragona, le da una visión distinta y única de las cosas. Está acostumbrado a la coalición con Compromis, que tiene dentro de su conglomerado al Bloc de Enric Morera, un grupo pancatalanista muy bien conectado con el independentismo catalán, un verdadero caballo de Troya del separatismo en la Valencia por la que el independentismo tanto suspira y que tanto se le resiste a diferencia de la más dúctil Mallorca.
Contra lo que pueda parecer la sentencia de los ERE llega para Sánchez en un buen momento, le da carta blanca para apartar a su archienemiga Susana Díaz y así evitarse otro foco de protesta dentro de su propio partido. Con Guerra, parte de los barones, Ibarra y González es más que suficiente y Zapatero, con su apoyo, no compensa tanta oposición.
Es cierto lo que dijo Andreotti que el poder desgasta pero la oposición desgasta muchísimo más pero la prestidigitación de Sánchez en esta legislatura no será suficiente. ERC tiene unas elecciones autonómicas que, a más tardar, se celebrarán en septiembre de 2020, en función del recurso o no de Torra al Tribunal Supremo, a su inhabilitación por desobedecer a la Junta Electoral.
La sentencia de los ERE llega para Sánchez en un buen momento, le da carta blanca para apartar a su archienemiga Susana Díaz
Con unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina y con el fantasma de Puigdemont vagando sobre las cabezas de los republicanos, los de Rufián y Aragonés no se pueden permitir veleidades ni concesiones gratuitas, o consiguen concesiones concretas: liberación de los presos, negociación bilateral, financiación garantizada… o no podrán dar apoyo a Sánchez.
El Presidente en funciones deberá contentar a sus CEDAs y a los separatistas. A estas horas lo más fácil parece ser satisfacer a Podemos. Pablo Iglesias ya ha anunciado a su militancia que deberá hacer sacrificios, o lo que es lo mismo, renunciar a gran parte de su programa a cambio de que la pareja dirigente del partido ultraizquierdista pueda pisar moqueta.
Sánchez sabe que una vez ERC le haya investido la fuerza de estos se deshincha. Los presupuestos de Montoro son más cómodos para él y para Bruselas que los que proponga Podemos así que puede gobernar sin los republicanos. Engañarles con cantos de sirena y que voten la investidura es su plan, su único plan, y parece que Junqueras lo compra.
