El Reino Unido es uno de los mercados de referencia de vino espumoso a nivel mundial y lo seguirá siendo en los próximos años. De hecho, es el sexto país consumidor de espumosos del planeta, con una cuota del 6,4%. “Se caracteriza por su extremada madurez y alta competencia, pero, aunque existe saturación, la previsión de crecimiento del consumo de espumosos se estima en un 6,6% anual a lo largo de los próximos cinco años, convirtiéndose en el tercer mercado de mayor crecimiento en valor absoluto, según los cálculos que hemos realizado a partir de los datos proporcionados por Euromonitor International”, ha argumentado Ramon Sentmartí, director gerente de la Promotora dels Aliments Catalans (Prodeco).
El sector del cava podría ser uno de los más afectados por el Brexit, sobre todo si la salida del país británico de la Unión Europea se produce sin acuerdo. Sin duda, ello repercutiría en la economía catalana si partimos de la base que más del 90% de cava se produce en la comunidad autónoma. Durante los ocho primeros meses del año, se registraron incrementos de un 6,43% en volumen y retrocesos de un 15% en valor en las exportaciones de cava al Reino Unido, según datos de Aduanas. Esto se explica por el cambio de la libra esterlina, que hace más caros a los mercados que operan con el euro. “En caso de un Brexit acordado, las previsiones son de estabilización del tipo de cambio, lo que supondría una recuperación de nuestra competitividad”, ha argumentado Ramon Sentmartí, director gerente de Prodeca.
Repercusiones en las exportaciones catalanas de cava
Antes del anuncio del Brexit, el mercado del Reino Unido ya había iniciado una desaceleración en sus importaciones de vinos espumosos. Nos remontamos al año 2017, cuando el mercado británico importó un 0,64% menos de litros y, el año pasado, un 3,05% menos de dicha bebida en el mundo. A día de hoy, el escenario previsto sería el de un Deal Brexit (acordado), en lugar de un Hard Brexit (sin acuerdo), sobre todo después de la prórroga del 31 de enero del año 2020. “En ambos casos, el Brexit afectará al comercio, en retrasos, sobrecostes o pérdida de ventas en favor de otros espumosos. Sin embargo, todo dependerá de si la empresa ha realizado un plan de contingencia y de las gestiones efectuadas entre las organizaciones sectoriales y los gobiernos”, ha añadido. En el peor de los casos, si finalmente no hay acuerdo, se producirá un periodo de seis meses de transición en el que las empresas y toda la cadena de valor del comercio exterior debería haberse preparado para ello, en opinión del director gerente de Prodeca.
Tanto si finalmente se produce un Brexit con o sin acuerdo, la capacidad competitiva alcanzada por las exportaciones agroalimentarias le concede a Cataluña un margen de flexibilidad suficiente", según Sentmartí, de Prodeca.
Efectos en la economía catalana
Reino Unido es un mercado “relevante” para las empresas agroalimentarias de Cataluña. Lo demuestra el hecho de que las exportaciones agroalimentarias catalanas representan un 13% del total de las ventas exteriores destinadas a este mercado. Asimismo, un total de 3.374 empresas catalanas exportan, de las que 538 son de alimentación y bebidas (15,94%). El país británico es el quinto mercado de destino del comercio exterior agroalimentario catalán, consolidándose en los últimos 10 años con un crecimiento de un 80% en volumen y doblando el valor en gran parte de los productos. “Tanto si finalmente se produce un Brexit con o sin acuerdo, la capacidad competitiva alcanzada por las exportaciones agroalimentarias le concede a Cataluña un margen de flexibilidad suficiente. Una vez absorbido el impacto, se procederá a la investigación o expansión de socios comerciales tanto dentro como fuera de la Unión Europea”, ha recalcado el portavoz de Prodeca. Asimismo, ha recordado que esta no es la primera vez que el sector agroalimentario se enfrenta a situaciones similares: ”Cuatro años atrás, con el veto ruso a las exportaciones de carne y fruta, ya nos encontramos en esta situación. En ese momento, el sector porcino, gracias a su dinamismo, potenció mercados donde ya vendía y alcanzó otros nuevos, sobre todo en Asia. El sector de la fruta sufrió más, pero terminó sobrellevando el impacto de la pérdida del mercado ruso”.