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Madrid y Cataluña naufragan en su intento de vender inmuebles públicos

Drama autonómico con tinte inmobiliario. Las administraciones públicas se las están viendo para colocar los edificios públicos que han puesto en el mercado con el fin de lograr ingresos extraordinarios. Madrid y Cataluña, dos de las comunidades más activas en este capítulo, lo están viviendo en sus propias carnes. La primera no ha podido culminar con éxito la primera fase de su plan de venta de inmuebles públicos, por la que esperaba recaudar 32 millones. Cataluña se encuentra en el tiempo de descuento y ya ha tenido que rebajar los precios para tratar de atraer a más inversores.

Los gobiernos autonómicos llevan tiempo tratando de obtener ingresos extraordinarios con la ayuda del sector inmobiliario pero no les está resultando sencillo. La Comunidad de Madrid ha sido el último ejemplo.

El Ejecutivo regional que preside Ignacio González ha visto como el proceso de subasta de inmuebles públicos que inició a comienzos del presente ejercicio ha tenido un resultado muy parecido al cosechado por el Ayuntamiento de la capital: apenas se han vendido inmuebles y los que ha encontrado salida ha sido a muy bajo precio.

En concreto, la Comunidad de Madrid se jugaba en el empeño algo más de 30 millones de euros que servirían para encontrar vías de ingresos extraordinarios que contribuyeran a cuadrar el objetivo de déficit. Los precios de las primeras subastas ya suponían un importante descuento en relación a la valoración de los inmuebles, algunos de los cuales están situados en las mejores zonas de Madrid.

Entre ellos destaca un edificio de oficinas situado en pleno barrio de Salamanca, en la calle General Díaz Porlier, que en su día sirvió de sede a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y cuya subasta partía con un precio algo superior a los 16 millones de euros.

Inmuebles bien situados

También se encontraba en el lote la antigua sede de la Cámara de la Propiedad, un inmueble muy próximo a la Puerta del Sol y por el que el Gobierno regional esperaba obtener en torno a los 5 millones de euros.

Inmuebles de diversos usos en los barrios de Atocha, Malasaña y Justicia completaban la oferta de la Comunidad de Madrid, aunque la mayoría de los inmuebles prosiguen en el mercado sin haber encontrado hasta el momento comprador.

Mientras, la situación en la Generalitat de Cataluña transcurre por similares derroteros. Algunas joyas que el Gobierno de Artur Mas ha puesto en el mercado deberán esperar probablemente a las próximas subastas para encontrar comprador, con el consiguiente descuento.

Entre ellas se encuentran las antiguas dependencias del Gobierno regional en la Vía Layetana, una de las principales arterias de Barcelona, que está a la venta por unos 14 millones de euros.

Cerca de los 27 millones alcanza el precio del inmueble denominado Casa Burés, en el barrio del Ensanche, que la Generalitat espera también colocar en el mercado en un proceso de subasta.

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