La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha avalado este jueves las expulsiones de dos inmigrantes subsaharianos tras saltar la valla de Melilla en 2014, porque "se pusieron ellos mismos en una situación de ilegalidad", al acceder "a lugares no autorizados" y "recurriendo a la fuerza".
El fallo a favor de España añade que los inmigrantes "decidieron no utilizar las entradas legales existentes que les permitieran acceder de modo regular al territorio español" y revoca de esta forma la sentencia condenatoria de la Sala de 2017 por "expulsión colectiva sin medida judicial previa".
Las devoluciones sumarias -conocidas como devoluciones ' en caliente'- encontraron acomodo normativo en la Ley de Seguridad Ciudadana mediante la figura jurídica de nueva creación llamada 'rechazo en frontera'. Se refiere al acto de entregar sobre la marcha a Marruecos a los migrantes interceptados en el salto del vallado fronterizo que separa Ceuta y Melilla del país africano y fue puesta en marcha 2015 con el Gobierno de Mariano Rajoy al frente.
España fue condenada a indemnizar con 10.000 euros a dos personas que fueron devueltas a Marruecos tras entrar en España a través de la valla de Melilla, al considerar que se produjo una expulsión colectiva contraria a la Convención Europea de los Derechos Humanos. Esta decisión fue recurrida por el Gobierno de Mariano Rajoy, un recurso que el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió mantener.
El PSOE prometió paralizarlas
En 2016, el PSOE se comprometió a paralizar estas devoluciones, si bien estando ya en el Gobierno defendió la necesidad de esperar al pronunciamiento definitivo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos antes de hacerlo. "En base a esa resolución la Unión Europea y en el marco de la política migratoria se acordará lo que proceda", sostuvo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, preguntado al respecto. En este sentido, el ministro del Interior defendió la decisión de mantener el recurso contra la sentencia.
N.D. y N.T., de 31 y 32 años, llegaron a Marruecos en 2013 y 2012, pasaron meses en el monte Gurugú y tras el intento en el que fueron devueltos a Marruecos en 2014, consiguieron finalmente entrar en España a través de Melilla. Contra ambos fueron dictadas sendas órdenes de expulsión. N.D. fue retornado a Mali en marzo de 2015, mientras que la actual situación de N.T. se desconoce.
Entre otras cosas, el TEDH recogió en el auto de condena a España que ambos migrantes fueron expulsados y enviados de vuelta a Marruecos en contra de sus deseos sin que mediara intervención administrativa o judicial previa. En este sentido, señalaba que "en ningún momento" fueron sometidos a procedimiento de identificación por parte de las autoridades.