La falta de stock de material sanitario es uno de los problemas más acuciantes entre la Policía Nacional. Desde que se decretó el estado de alarma, sólo el 4% de las mascarillas repartidas a los agentes cumplen con las recomendaciones de seguridad. Hablamos de las mascarillas FFP2 y FFP3, tan codiciadas en estos tiempos de coronavirus. El resto, casi un 96%, son quirúrgicas, que apenas cumplen los estándares mínimos de autoprotección; si acaso, evitan la expulsión de pequeñas gotas de saliva de los propios policías.
Las cifras hablan por sí solas. Son datos ofrecidos por la Dirección del cuerpo al sindicato CEP (Confederación Española de Policía). Hasta el 1 de abril de 2020 -última fecha con un inventario pormenorizado del material repartido-, se repartieron un total de 780.750 mascarillas a los agentes. De esas, 749.036 (un 95,93%) eran quirúrgicas, 18.774 (un 2,4%) eran de la categoría FFP2 y 12.940 (un 1,66%) eran FFP3.
¿En qué se distinguen esas mascarillas? Las quirúrgicas son las más accesibles en el mercado. Están diseñadas con varias capas protectoras poco porosas. No protegen de grandes partículas que procedan del exterior: si el agente recibe microgotas de saliva de un ciudadano, éstas se impregnan en el material. El objetivo es que el portador de la mascarilla no propague esas microgotas hacia el exterior. Su eficacia se multiplica si los dos interlocutores las llevan puestas.
Las mascarillas más seguras
Las recomendaciones de seguridad definen a las mascarillas FFP2 y FFP3 como las más adecuadas para protegerse frente al coronavirus. Cuentan con un filtro que impide la entrada de la mayor parte de partículas del exterior al organismo: su nivel de protección es superior al 92%, según los expertos. Son las más codiciadas y también escasean en dependencias hospitalarias.
Los escritos internos de la Policía establecen que las mascarillas FFP2 y FFP3 son las más adecuadas para trabajar en la crisis sanitaria. El primer protocolo de actuación del cuerpo, fechado en 24 de enero, establece la "utilización de mascarillas FFP 2 en el control de la documentación a todos los pasajeros procedentes de cualquier ciudad de China u otras zonas afectadas". Es la primera referencia que hay en el uso de este material sanitario. El autor del documento, José Antonio Nieto González, fue cesado tras filtrarse su contenido.
Falta material
Pero hay más. En resolución de la Dirección General de la Policía fechada en 16 de marzo, una vez decretado el estado de alarma, se establece que el reparto de "mascarillas quirúrgicas, FFP2 o superior en los servicios que se determinen en función de su exposición al virus".
El sindicato considera que buena parte de los agentes que desempeñan funciones de trato directo con la ciudadanía no tienen el material adecuado de protección. Prueba de ello son las imágenes de los funcionarios repartiendo mascarillas en espacios públicos con el rostro cubierto por las quirúrgicas.
Además de un mayor reparto de material sanitario, el sindicato pide -entre otras medidas- que haya desinfecciones permanentes en instalaciones y vehículos del cuerpo, protocolos más claros en las intervenciones con cadáveres y test para los agentes que han estado de baja por tener síntomas compatibles con el coronavirus y que regresan a sus puestos de trabajo.