Ante estos resultados, que achacó al retroceso de las ventas en segmentos como el de televisores LCD y a la fortaleza del yen, Sony revisó a la baja su previsión de resultados para este ejercicio fiscal, para el que espera una pérdida neta de 90.000 millones de yenes (unos 840 millones de euros).
En el trimestre que va de julio a septiembre, el fabricante nipón registró una pérdida neta de 27.000 millones de yenes (252 millones de euros), tras obtener un beneficio de 31.100 millones de yenes (290 millones de euros) en el mismo periodo de 2010.
Además, tuvo una pérdida operativa de 1.600 millones de yenes (15 millones de euros), frente al beneficio operativo de 68.700 millones de yenes (641 millones de euros) del año anterior, y sus ventas cayeron un 9,1 por ciento hasta 1,57 billones de yenes (14.695 millones de euros).
Sony subrayó el impacto en sus resultados de la fortaleza del yen, que en el semestre entre abril y septiembre se movió en la banda de las 78,8 unidades frente al dólar, un 11,6 por ciento más alto que el año pasado.
Además del yen y de la debilidad de su división de televisores, sector en el que va por detrás de rivales como Samsung Electronics o LG Electronics, Sony indicó que en sus resultados de este ejercicio pesará también el impacto de las inundaciones en Tailandia, que han anegado parte de sus complejos industriales en ese país.
Así, además de las pérdidas netas, Sony prevé que en el ejercicio 2011, que concluye en marzo de 2012, tendrá un beneficio operativo de 20.000 millones de yenes (186 millones de euros), un 90 por ciento menos de lo estimado en julio y muy por debajo de los 199.800 millones de yenes (1.864 millones de euros) que logró en 2010.