No alcanza la importancia de las reformas o de la austeridad, los dos objetivos esenciales del Partido Popular, pero un repaso por las más de 200 páginas del programa electoral presentado ayer permite comprobar que sin ser la estrella, el capital privado recorre muchos de los pilares políticos de la formación de Rajoy.

Hasta en 16 ocasiones propone fórmulas de colaboración público-privadas para financiar determinados servicios o algunas infraestructuras.

En sectores donde la privatización o la mera mención a la empresa privada avivaría polémicas, el PP no dice nada, sobre todo en los bloques del programa dedicados a la educación y a la sanidad.

Sin embargo, en ambas áreas queda clara la predilección de los populares por buscar una nueva forma de gestión que, sin caer en los recortes, propicie una mayor eficiencia.

El PP sí abre la puerta al capital privado para la gestión de infraestructuras y de servicios públicos, aunque cita esta medida genéricamente, sin concreciones.

Las concreciones sí aparecen en otros apartados del texto, como para la financiación de centros de investigación o de aeropuertos, si bien en estos últimos los poderes públicos se reservan la supervisión y el control de las cuentas, o para la de servicios de bienestar, de manera que imperen en ellos "modelos eficientes".

El PP quiere colaboración de lo privado en los servicios de intermediación o de selección de empleados y en la movilización de las viviendas vacías que están en stock, pues con ello el partido de Rajoy pretende que salgan al mercado a precios asequibles.

El turismo es otro de los sectores en los que la empresa privada será uno de los pilares, tal y como detalla el PP en el programa, principalmente para determinar las directrices del futuro plan integral turístico que un posible Gobierno de Rajoy pondrá en marcha.

Los populares no ocultan su propuesta para privatizar las televisiones autonómicas o para liberalizar el ferrocarril de mercancías y se limitan a apuntar esta misma tendencia en el transporte ferroviario de pasajeros.

Al PP no le gusta la política de subvenciones, y por tal razón desea en mucho ámbitos acabar con ese modelo para estimular el del mecenazgo.

Una de esas áreas es la de cultura, ya que para impulsar la creación el Partido Popular prefiere contar con un mecanismo de mecenazgo y de patrocinio, en tanto que en busca de una financiación eficaz y austera de los equipamientos culturales esta formación deja la puerta entornada para que las empresas privadas se decidan a entrar.

La apuesta por el mecenazgo se extiende a la financiación de las universidades y al sostenimiento de empresas de I+D.

Asimismo, siempre con el fin de abaratar costes, el PP no descarta fórmulas de cooperación público-privada en ciertas políticas de Defensa y en la cooperación al desarrollo.