La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cree que la polémica sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat ofrece una oportunidad para recuperar votos. Concretamente, el voto de los jóvenes, que en los últimos tiempos se había acercado al PSC, sobre todo en las zonas conocidas como el cinturón rojo de la ciudad condal, que también conquistó en su momento Ciudadanos.
Colau juega la carta ecologista para salvar el delta del Llobregat que la ampliación del aeropuerto pone en peligro. Pedro Sánchez ha prometido gastar 1.700 millones de euros en una ampliación estratégica para Barcelona y Cataluña. Anunció la medida con una filtración a la prensa que irritó a los independentistas y también a sus socios de Unidas Podemos. Los morados de momento se muestran poco interesados en la creación de 80.000 puestos de trabajo.
Podemos ve cómo Sánchez sigue sin debatir con ellos los principales anuncios del Ejecutivo. Pablo Iglesias se había quejado personalmente con el Presidente del Gobierno por su actitud. Y la sustitución con Yolanda Díaz no ha modificado el modus operandi del socialista madrileño. De hecho, según se comenta en Unidas Podemos, la vicepresidenta se ha quejado sobre el anuncio del Prat y la OPA a Naturgy, pero lo ha hecho sottovoce. Es decir, sin que trascienda públicamente su enfado.
Votos del cinturón rojo
Díaz es una vicepresidenta mucho más débil que Iglesias. "Carece de partido", repiten una y otra vez en Podemos, a la vez que muchos recuerdan su dependencia de Comisiones Obreras. Los sindicatos de momento guardan silencio sobre la ampliación del Prat. La decisión de los representantes de los trabajadores definirá la posición de Díaz, pero Colau no piensa dar marcha atrás.
La alcaldesa de Barcelona quiere recuperar fuelle y en su entorno creen que la cuestión del Prat puede ayudar. En la diana de la lideresa de los Comunes se hallan los votos del cinturón rojo, y sobre todo los de los más jóvenes. El asalto es más al PSOE que a Más País, la nueva formación errejonista que se ha centrado en defender el mensaje ecologista, sostienen desde el sector de Colau. Esta es la gran apuesta de la alcaldesa para recuperar centralidad y los focos, tanto en Barcelona como a nivel nacional.
Cautela de Yolanda Díaz
Lo cierto es que Colau lleva tiempo criticando el proyecto. Ya en el pasado mes de junio, sostuvo que la ampliación del aeropuerto de Barcelona era un "planteamiento tramposo", porque, según ella, no incluye propuestas para reducir las emisiones de CO2 por el tráfico aéreo. "Es un modelo antiguo que además incumple la normativa europea, lo sabe y lo reconoce públicamente el señor Lucena", dijo en una entrevista en TV3.
Colau asegura que participará en las marchas de protesta. Y lo quiere hacer para escenificar la diferencia con Jaume Collboni, político del PSC y teniente de alcalde. Collboni, dicen en los Comunes, es un perfil “business friendly” y está interesado en la iniciativa. Así que la alcaldesa quiere aprovechar la causa del Llobregat para diferenciarse de sus socios de gobierno. A la vez, aspira a arañar votos en el sector de ERC. De hecho, en sus primeras declaraciones públicas, la alcaldesa ha atacado tanto a Sánchez como al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés. Dijo estar "sorprendida" y "decepcionada" y apeló a que ambos “rectifiquen”.
El proyecto del Prat se encuentra en una fase embrionaria, comentan fuentes del Gobierno de Sánchez. Así que la polémica es ahora más simbólica que real, sostiene. Pero Colau ya ha movido ficha. Y entre sus filas aseguran que es para atacar a los socialistas. Con Colau muy decidida, la pelota pasa en el tejado de Yolanda Díaz, con quien la regidora está hablando sobre el futuro de Unidas Podemos y la posibilidad de lanzar un sujeto político que supere la coalición. En esto, como sobre el Prat, sin embargo, Díaz sigue guardando silencio.
