La agresión a un niño de 7 años en el madrileño barrio de Chamartín desató una gran alarma social. No era para menos. Un individuo “bien vestido” y que rondaba la treintena, según los testigos, le asaltó cuando volvía a su colegio junto a sus compañeros y le hirió en el cuello con un arma blanca, por lo que el menor fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de La Paz. Cuando los agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar de los hechos no lograron dar con el agresor. Era difícil saber los motivos que le habían llevado a cometer tal acción. Sin embargo, sí que lograron dar con una pista que les serviría para dar con su paradero: una muestra de ADN que daría un resultado positivo en las bases de datos policiales de Reino Unido.
El punto de partida se ubica en el pasado 10 de diciembre, en el distrito madrileño de Chamartín. Habían pasado unos minutos de las 13 horas cuando un grupo de alumnos del colegio Hastings School regresaba al aula después de haber participado en una sesión de educación física en el exterior. Al alcanzar un paso de peatones, un individuo se abalanzó sobre el último niño de la fila, un menor de 7 años, y le hirió en el cuello antes de salir corriendo del escenario.
Inmediatamente se dio la voz de alarma. Una ambulancia trasladó al niño al hospital de La Paz, donde se le intervino por los cortes para posteriormente ingresarlo en la UCI. Mientras, la Policía Nacional trataba de recomponer lo sucedido en el barrio de Chamartín. El individuo atacó con al niño con un arma blanca, probablemente unas tijeras, a plena luz del día en un punto especialmente transitado.
Los testimonios recabados sirvieron a los agentes para describir en sus atestados el aspecto físico del agresor. También se tomaron muestras de todos los elementos que encontraron en el lugar de los hechos. En todo momento contaron con la colaboración total del colegio, que optó por suspender todas las actividades en el exterior del centro hasta que no hubiera una certeza absoluta sobre lo ocurrido.
Las pesquisas policiales
El Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional en Madrid se hizo cargo de las pesquisas. Obtuvieron información valiosa de sus compañeros de la Policía Científica a partir del ADN que la unidad desplazada había tomado en las inmediaciones del lugar del ataque. No existía una coincidencia positiva con las bases de datos policiales nacionales, así que los agentes remitieron una alerta a las autoridades de otros países vecinos.
No tardaron en obtener una respuesta afirmativa desde Reino Unido. La policía británica tenía identificado al individuo por contar con varios antecedentes en su país: se trataba de un ciudadano de origen kosovar de 32 años. Los investigadores chequearon su nombre y comprobaron que había entrado en España en un vuelo procedente de Reino Unido una semana antes de la agresión. Siguieron su pista hasta localizarlo en el distrito Centro de Madrid, donde este miércoles se desplegó un dispositivo policial que culminó con su detención.
Una vez capturado, los agentes tratan de aportar la última pieza del puzle. ¿Por qué este individuo de 32 años y origen kosovar se abalanzó contra el niño de 7 años y le hirió con un arma blanca, a plena luz del día y en un lugar tan transitado? Según ha podido saber Vozpópuli, el individuo se negó a declarar en dependencias policiales y estos días pasará a disposición judicial.
La principal hipótesis que manejan los investigadores, en base a la información recibida desde Reino Unido, es que el hombre sufra trastornos mentales y que eligiera por puro azar al niño, que salió de la UCI cuatro días después de la agresión. Un episodio tan crítico como extraño que provocó una honda inquietud entre los padres de los alumnos de este colegio en el barrio de Chamartín.