Desde el pasado 7 de marzo, y tras un permiso penitenciario, un ex agente de la Policía Local de Alcalá de Guadaíra que secuestró a sus hijos, maltrató a su expareja e hirió a varios policías nacionales, se encuentra fugado.
El juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla ha emitido una orden de búsqueda y detención del ex policía local, ya que tiene una causa pendiente en el citado juzgado y es necesario tomarle declaración como investigado, pero "no consta el reingreso en el centro penitenciario de Sevilla, donde se encontraba interno".
En el auto emitido por la juez María Ángeles Cortés Vida se explica que "es obligación de todo acusado estar a disposición del juez o tribunal que conozca de la causa cuando sea requerido, obligación que, como resulta de los antecedentes, no se ha cumplido en este caso". Por ello, la magistrada ordena a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la detención de este ex agente y su presentación ante el juzgado.
Secuestro y agresión a varios agentes
Los hechos se remontan a finales de 2017, cuando M. L. G. no entregó en el Punto de Encuentro Familiar a sus hijos, por lo que fue denunciado por sustracción de menores. Cuando fue encontrado por la Policía, había hecho una barricada de muebles. Al tratar de ser cazado, colocó a su hijo como escudo humano para encerrarse en una habitación de la vivienda.
Para ser detenido, los policías nacionales entraron en la citada estancia, pero el expolicía local sacó un cuchillo de 17 centímetros e hirió en una mano a un agente. También propinó mordiscos, por lo que fueron varios los heridos. Por tanto, la persona buscada se considera un reo con posibilidad de hacer uso de la fuerza física y agredir a alguien.
Tras estos hechos, en diciembre de 2018 fue condenado a cuatro años de cárcel por un delito de atentado agravado por el uso de instrumento peligroso -un arma blanca, en concreto- en concurso ideal con un delito de lesiones y otros tres delitos de lesiones en los que se apreció la circunstancia atenuante simple de alteración psíquica, y también fue condenado a indemnizar a los cuatro policías heridos con distintas cantidades que oscilaban entre los 112 y los 735 euros.
Un expolicía fugado
Sobre el expolicía pesan además varias condenas a penas de prisión, por malos tratos a su ex mujer, por el secuestro de los niños y por haber atacado a los cuatro policías nacionales que intervinieron en su arresto. El año pasado, su abogado pidió la revisión de esta última pena, pero el Tribunal Supremo lo denegó.