Con 1.798 contagios por cada 100.000 habitantes, Aragón es la región con mayor incencia de la covid-19 en España desde el fin del estado de alarma. También se trata de la comunidad autónoma con mayor tasa de letalidad desde la llegada de la nueva normalidad (301 muertes, un 1,27% de la población aragonesa). Sin embargo, frente al creciente clima nacional de crispación y polarización, el tono político en Aragón ha sido un remanso de paz para el presidente autonómico, Javier Lambán.
Además del esperado apoyo de sus socios de Gobierno -PAR, Podemos y CHA-, el dirigente socialista se ha encontrado con un respaldo generalizado de la oposición, incluso durante los rebrotes que obligaron a adoptar medidas especiales e imponer una "fase 2 flexibilizada" en varias comarcas de la región ante el incremento generalizado de casos en julio y el repunte de contagios en las residencias de mayores.
Como en Madrid y otras comunidades autónomas, Ciudadanos optó por mantener un perfil bajo y no hacer oposición con la gestión del coronavirus en Aragón. Pero la gran novedad de esta comunidad autónoma es que, además, el PP ha preferido adoptar una posición de "lealtad institucional y altura política", según explica a Vozpópuli el presidente de los populares en Aragón, Luis María Beamonte.
"Estamos viviendo una situación especial en la que es necesario tener siempre abierta la puerta al diálogo con el Gobierno regional, sin renunciar a lo que legítimamente nos corresponde como oposición", indica Beamonte. "Hemos entendido que no podíamos utilizar la crispación y hemos optado por la altura política porque por encima de todo tiene que estar la recuperación económica y la salud de los aragoneses", añade el presidente del PP aragonés.
El pacto de Lambán con la oposición
"De este pozo en el que nos ha sumido el virus o salimos juntos o no saldremos jamás", afirmaba el propio Lambán tras firmar a principios de junio con la oposición un "insólito" pacto para la recuperación económica y social de Aragón. Un documento con 273 medidas para la reactivación de la región que fue suscrito por siete partidos políticos (todos los que cuentan con representación en el parlamento regional, excepto Vox), y al que se unieron dos sindicatos y todos los ayuntamientos aragoneses.
"De esas 273 medidas, 113 las incorporamos nosotros", afirma el presidente del PP en Aragón. "Era un momento trágico y difícil, y había que tener altura política. Si Sánchez hubiese hecho lo mismo a nivel nacional, el clima político sería muy distinto; el problema es que Sánchez se ha reído de todos, y especialmente de las comunidades autónomas", agrega Beamonte.
El respaldo del alcalde de Zaragoza
El apoyo de la oposición se ha dado a nivel autonómico y también a nivel municipal. El alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón, ha expresado su apoyo públicamente en varias ocasiones a la gestión de Lambán durante la pandemia y ha defendido como "convenientes" las medidas adoptadas durante el verano para atajar los rebrotes.
"Desde que estalló la pandemia se han establecido cauces de comunicación y cooperación fluidos y permanentes entre el Gobierno de Lambán y el alcalde. Ha habido llamadas telefónicas entre ellos ha todas horas y eso ha hecho que existan una buena sintoinía y una buena relación personal entre Lambán y Azcón", destacan fuentes municipales del PP.
En pleno conflicto entre el Gobierno de Sánchez y los ayuntamientos por los remanentes, Lambán se posicionó públicamente del lado del alcalde de Zaragoza y reclamó al Ejecutivo "ayudas" para la capital aragonesa
Además de celebrar ruedas de prensa conjuntas, el presidente del gobierno regional y el alcalde han desarrollado juntos iniciativas como habilitar el Auditorio de la capital aragonesa para atender a los contagiados asintomáticos durante los rebrotes.
"Ha existido siempre la necesidad de ir todos a una en la gestión de la pandemia y eso ha hecho que en todo momento haya mucha lealtad institucional tanto en las Cortes regionales como en el Ayuntamiento por parte de todos los partidos políticos", añaden fuentes municipales.
Un apoyo que ha sido recíproco. En agosto, en pleno conflicto entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los ayuntamientos por el pago de los remanentes, Lambán se posicionó públicamente del lado del alcalde de Zaragoza y reclamó al Ejecutivo central las "ayudas" económicas que reclamaba Azcona para no dejar "desamparada" a la capital aragonesa.
El PP advierte a Lambán
A pesar del clima de colaboración y apoyo, en el PP regional se están empezando a cansar ante lo que Beamonte califica como un "creciente clima de desconfianza" por la "falta de transparencia" de Lambán en asuntos como las muertes de ancianos en residencias, la falta de control para frenar los rebrotes ocasionados por trabajadores temporeros y los test PCR realizados.
"Se están dando situaciones donde, por parte de Lambán, no está habiendo la reciprocidad que esperábamos: está faltando transparencia y nos estamos encontrando con un Gobierno que ha dado un giro y que ahora parece estar buscando la foto más que resolver los problemas", advierte Beamonte.
"No podemos estar siempre echando la culpa a Pedro Sánchez, como hace Lambán, porque hay asuntos que son responsabilidad del Gobierno autonómico. Se están empezando a dar elementos para cuestionarnos esa lealtad institucional que hemos demostrado", agrega el presidente del PP aragonés.