Las contradicciones de Armengol: pagó por mascarillas "de uso civil" 6 veces más y nunca las utilizó

Francina Armengol también ha aprendido la palabra "fango", y es el comodín al que más ha recorrido en su comparecencia en la Comisión de investigación del caso Koldo. Un comodín que le permite no dar explicaciones sobre las contradicciones entre su nueva versión de la compra de mascarillas a Soluciones de gestión y lo que dictan documentos oficiales -muchos de ellos publicados en exclusiva por Vozpópuli-. Armengol ha cargado contra el PP argumentando que solo se la hace comparecer por ser presidenta del Congreso de los Diputados y con fines electoralistas de cara a las europeas.

El grupo popular ha puesto sobre la mesa una nueva contradicción de la ex presidenta balear, más allá de los múltiples documentos que contradicen la versión de Armengol. Las mascarillas, según el nuevo relato de Armengol, eran para uso civil, pero costaron 2,5 euros la unidad (al tratarse de FFP2). En aquel tiempo, las mascarillas quirúrgicas, que eran las que utilizaba la población civil, costaban 0,4 euros.

Es decir, que el Govern balear habría pagado seis veces más por un material de uso civil de más calidad que el recomendado y luego ni siquiera se utilizó. Estas mascarillas que iban a servir para la desescalada se guardaron en un "stock de seguridad". Un stock al que no se envió ninguna mascarilla más.

Armengol pide el voto para el PSOE en plena Comisión

Armengol ha utilizado su última intervención en la Comisión de Investigación para para pedir el voto al PSOE el próximo domingo, un acto impropio de la que es la tercera autoridad del Estado. "Mi mayor deseo es que el domingo participe mucha gente y deje claro que esta no es la forma de hacer política", ha aseverado.

Esta afirmación ha sido afeada por el presidente de la Comisión de investigación, el senador popular Eloy Suárez: "Me parece impresentable lo que ha hecho, parece mentira que siendo presidenta de una institución lo haya hecho. Tomaremos nota y veremos que medidas ponemos en marcha".

Sobre su gestión, Armengol considera que ha sido impecable. Sin embargo, ha reconocido que no se enteró de que la UCO (Unidad Central Operativa de la Policía Judicial de la Guardia Civil) se personó en las dependencias del Ib-Salut para recabar toda la información sobre el expediente de contratación a Soluciones de gestión por 3,7 millones. Un dinero que se gastó en unas mascarillas que nunca se utilizaron, y de las que no se reclamó la devolución de su pago hasta 3 años después pese a saberse ya en 2020 que no cumplían con los requisitos de calidad pactados.

La visita de los agentes de la UCO a este organismo de la Consejería de Sanidad balear tuvo lugar el 19 de julio de 2022. Ese mismo mes, la ex consejera de Salud balear, Patricia Gómez, celebró su boda con Juli Fuster, ex director general del Ib-Salut. A la misma asistió Armengol, quien ha asegurado en su comparecencia que no comentaron nada sobre el registro de la UCO, ni tampoco los días posteriores.

Gómez, la ex consejera, aseguró en al Comisión de investigación de Baleares que tampoco conocía el registro de la UCO. Fuster, su marido, fue el que firmó la resolución de marzo de 2020 donde se especifica con claridad que las mascarillas compradas a la empresa de la trama Koldo tenían uso sanitario.

Armengol se quita la responsabilidad

Pese al envío de mascarillas defectuosas tras pagar 3,7 millones, la expresidenta balear afirma no tener ninguna responsabilidad política sobre las compras que haya hecho su Gobierno: "No tengo responsabilidad política sobre ningún expediente de contratación".

Para Armengol tampoco es óbice haber incumplido sus propias normas de confinamiento y ser pillada en un bar de copas más allá del toque de queda para ejercer la presidencia de la tercera autoridad del Estado.

La comisión de investigación de Baleares concluye que las mascarillas eran inservibles

El Parlamento balear ha cerrado este viernes la comisión de investigación sobre la compra de mascarillas en la pasada legislatura con la aprobación de un documento de conclusiones en el que se afirma que desde el principio se sabía que eran inservibles para uso sanitario, por lo que fueron almacenadas y se dejaron caducar.

Vox, el partido que propuso esta comisión, y el PP han pactado las conclusiones finales tras un agrio debate con el PSOE, cuyos diputados se han marchado de la sala antes de la votación final alegando que todo ha sido una "pantomima" y un "paripé electoralista" con ocasión de los comicios europeos de este domingo.