José María Espejo-Saavedra, el único diputado nacional que Ciudadanos tiene por Barcelona junto a Inés Arrimadas, está desaparecido en la campaña electoral del 14-F y varios dirigentes naranjas consultados por Vozpópuli creen que este hecho es un indicio de que la líder de la formación naranja quiere salvarle de la previsible debacle electoral en los comicios catalanes del próximo domingo.
Espejo es, junto a Carlos Cuadrado, uno de los 'hombres fuertes' de Arrimadas en el partido centrista. Sobre ambos han recaído las principales áreas de la Ejecutiva y casi todas las decisiones de peso han pasado por sus manos. También son los únicos supervivientes de la dirección nacional que tenía Albert Rivera.
Sin embargo, este dirigente catalán no ha participado en ningún acto político en Cataluña en esta campaña y su única aparición ha sido en un video promocional, elaborado por el propio Ciudadanos, en el que pasea junto a Arrimadas por la Casa Vicens de Barcelona, el museo modernista de Antonio Gaudí.
Las citadas fuentes apuntan a que Arrimadas ha preferido mantener a Espejo “en un segundo plano” para que en caso de fracaso el 14-F, un escenario que ya se contempla y que vaticinan todas las encuestas, se pueda salvar de los relevos que tenga en la cabeza la presidenta de la formación naranja con el argumento de que él no ha tenido ningún papel relevante en la campaña.
Ciudadanos obtuvo 36 diputados en diciembre de 2017, cuando fue la fuerza más votada y, sin embargo, no se decidió a intentar formar gobierno. ¿En qué escenarios rodarían cabezas? Depende de la aritmética de escaños. Por ejemplo, si Cs obtiene o se aproxima a los 15 diputados, el constitucionalismo vence al independentismo y Cs queda por delante de PP y Vox, entonces la candidatura de Carlos Carrizosa habrá salvado los muebles y seguramente Arrimadas no tendría necesidad de acometer cambios internos.
Cualquier otro escenario comprometería a Arrimadas... y por extensión a sus lugartenientes. Quedar por debajo de los 10 escaños, o sufrir el ‘sorpasso’ de competidores directos como el PP o Vox -algo que, sin embargo, no detectan por el momento los sondeos-, sí sería un varapalo muy duro para Ciudadanos y, entonces, “no se salvaría casi nadie”.
El problema para Arrimadas es que Cuadrado y Espejo han ejercido sus poderes como un tándem y resulta difícil separar la labor de uno de la del otro. En Andalucía le ataron en corto a Juan Marín cuando no descartó ir de la mano con el PP en las futuras andaluzas; en Murcia intentaron que Isabel Franco dimitiese de su cargo de vicepresidenta regional, con el fin de aupar a Ana Martínez Vidal; y en Extremadura, por ejemplo, se enfrentaron a los diputados ‘díscolos’ tras la renuncia de Cayetano Polo.
Cierre de campaña con Carrizosa
Desde la dirección nacional se subraya a este medio que Espejo, vicesecretario general adjunto en la Ejecutiva de Arrimadas, ha estado más centrado estos días en otros focos de preocupación para Ciudadanos, como es el caso de Murcia con la comisión de investigación sobre las vacunas en la Consejería de Sanidad, aunque durante la etapa de Rivera todos los miembros de la dirección se volcaban en la campaña cuando había elecciones.
En todo caso, Espejo tiene previsto asistir al acto de final de campaña del próximo viernes para arropar al candidato Carrizosa. Además, el próximo lunes, tras los comicios del 14-F, se celebrará una reunión presencial del Comité Ejecutivo de Cs en la misma Barcelona, donde se analizarán los resultados del día anterior.
Allí estará Espejo junto a la plana mayor de la formación naranja. La cita será determinante para saber si hay alguna renuncia o cese. Albert Rivera dimitió al día siguiente de la debacle del 10-N, de ahí que el listón de exigencia esté muy alto.