Las policías española y holandesa han desarticulado una de las organizaciones de sicarios más activa de Europa, presuntamente implicada en diez asesinatos, en una operación en la que han sido detenidas seis personas, cuatro de ellas en España -cuando iban a cometer otro crimen- y dos en Holanda.
Entre los hechos esclarecidos se encuentra el homicidio de un empresario de Marbella (Málaga) en enero de 2019, que fue tiroteado cuando estaba en el interior de su vehículo y se disponía a acceder a su garaje, informa la Dirección General de la Policía.
Los investigados, todos los cuales han ingresado en prisión, trabajaban a sueldo de diferentes grupos criminales que acudían a ellos para que saldaran cuentas pendientes con miembros de otras organizaciones con los que se encontraban enemistados bien por una lucha de poder o como consecuencia de contiendas generadas por operaciones ilícitas.
Cuatro de ellos fueron detenidos cuando se desplazaban desde Países Bajos hasta España para cometer un nuevo encargo y les fue intervenida una pistola semiautomática con silenciador que escondían en el vehículo en el que viajaban.
La investigación comenzó tras el citado homicidio de Marbella, donde el empresario fue tiroteado por dos encapuchados cuando estaba en su vehículo.
Panificaban un nuevo encargo
De forma inmediata se pusieron en marcha las gestiones para esclarecer los hechos y tras una meticulosa y exhaustiva investigación que ha durado más de un año los agentes lograron identificar a los miembros del grupo delictivo a pesar de tratarse de una organización muy profesional cuyos miembros empleaban teléfonos móviles encriptados en sus comunicaciones.
Debido a su peligrosidad fue necesaria la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO)
La colaboración de la Policía holandesa permitió identificar a los integrantes de la organización de sicarios que principalmente operaban en Países Bajos si bien disponían de la estructura necesaria para desplazarse a cualquier país.
A finales del pasado mes de febrero los agentes tuvieron conocimiento de que cuatro miembros de la red de sicarios estaban planificando un nuevo encargo cuyo objetivo se encontraba en España.
Iban a cometer otro crimen
Por ello se puso en marcha un amplio dispositivo para frustrar esta nueva acción criminal y pocos días después fueron localizados y detenidos cuando entraban en territorio español en un vehículo.
Debido a su peligrosidad fue necesaria la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO) cuyos agentes intervinieron el citado arma y munición que escondían en el turismo.
De forma paralela, la Policía de Ámsterdam realizaba dos detenciones más y varios registros en los domicilios de los investigados en Países Bajos, con lo que se dio por desarticulada completamente la estructura criminal.
