Los adolescentes catalanes cada vez hablan menos catalán. Así lo determina un estudio publicado repentinamente por el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo. El informe, al que ha tenido acceso Vozpópuli, llega justo unos días después de que el Tribunal Supremo avalase que el Gobierno de Cataluña está obligado a garantizar un 25% de clases en castellano en todas las escuelas e institutos públicos de la comunidad. Las autoridades catalanas dicen mostrarse muy preocupadas ante tales datos y no cejan en su empeño de sortear dicha cuota y continuar priorizando el uso del catalán en las aulas.
La maquinaria institucional ya está en marcha. En cuestión de días, diversos organismos como el citado consejo ya se han puesto manos a la obra para luchar contra el temido retroceso que padece el catalán. Su nuevo estudio tiene como base una encuesta a 3.205 alumnos de 4º de la ESO de 55 centros educativos. Y concluye que los adolescentes tienen un dominio del castellano ligeramente superior al del catalán, ya que la puntuación media en la lengua catalana fue de 76,5 y en la castellana, de 78.
Un 35% de los estudiantes encuestados expresa su deseo de que el catalán se hable más y un 16% del total quiere que se hable menos. Entre el primer grupo, el 22,6% cree que aumentará su uso y el 47,7% opina lo contrario. De los que quieren que se hable menos, un 54,3% cree que su deseo se cumplirá y un 34,2% considera que se hablará igual que ahora. También pierde peso el catalán como lengua con la que se sienten identificados los jóvenes, ya que en el 2006 la sentían como suya el 36,5% y ahora, 15 años más tarde, el porcentaje se reduce al 27%.
Consumo audiovisual en castellano
Una de las razones de ese retroceso con respecto a años anteriores -concluye el análisis- es la falta de oferta audiovisual y de contenidos en catalán en las plataformas y redes sociales: "Esto explicaría que los adolescentes perciban el catalán como una lengua no necesaria o poco útil en el ámbito no escolar o social".
Sólo el 20% de los estudiantes consumiría productos audiovisuales en catalán. El consumo y la interacción se realizan mayoritariamente en castellano y crece el uso de otras lenguas. El castellano también es la lengua más usada en la actividad deportiva, que practica el 61,2% del alumnado. El catalán, en cambio, es levemente mayoritario en clases de música, danza y teatro.
El estudio recoge también que el uso que hace el profesorado del catalán en el contexto escolar es del 71,1%; que el de los estudiantes es del 60,8%; que el 35% del alumnado habla en catalán con sus compañeros fuera de clase y que el 57% no lo hace nunca o casi nunca.
Por su parte, el Síndic, el Defensor del Pueblo en Cataluña, ha elaborado otra encuesta dirigida a los alumnos de quinto de Primaria y tercero de la ESO para conocer en qué idioma hablan durante las clases de cada asignatura. Así lo denunció la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) ante la Alta Inspección. Además, la entidad asegura que los centros han sido advertidos de que no es necesaria la autorización por parte de las familias de los menores.
El Consejo Escolar de Cataluña también ha tomado cartas en el asunto. Jesús Viñas, presidente de la entidad, adelantó que un grupo de trabajo estaba debatiendo "todo el marco normativo pero en este momento no hay una propuesta cerrada" con vistas a reformar la Ley de Educación Catalana (LEC).
Requisitos para ejercer la docencia
Dicha propuesta, según sus previsiones, se publicará en enero, y también comprendería una revisión al alza de los requisitos de catalán para ejercer la docencia que están estudiando. Hay titulaciones que -en su opinión- no acaban de asegurar la suficiente competencia lingüística de los futuros profesores y maestros.
Para abordar esta temática, el Consejo Escolar también organizó una jornadas en una biblioteca de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), donde arrancó la primera experiencia de inmersión lingüística. El catedrático jubilado de Lingüística de la Universidad Autónoma de Madrid Juan Carlos Moreno Cabrera fue uno de los ponentes y afirmó que el fallo del TS "se basa en el supremacismo lingüístico españolista". A su juicio, la fijación de un porcentaje de educación en castellano es "la imposición de una minoría" y confío en que se pueda llevar a cabo la república catalana.