El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha valorado las reivindicaciones independentistas, que califica como "disparate colosal" y ha dicho que son "un torpedo contra la línea de flotación del futuro bienestar de los ciudadanos". Rajoy ha pronunciado estas palabras en su primera intervención en la campaña electoral vasca, donde ha presentado a su partido como la garantía de "estabilidad" frente a lo que ha denominado "incertidumbre" y "aventuras que no conducen a ninguna parte".
Este discurso ha cerrado el acto electoral del PP celebrado este lunes en el claustro del Museo de San Telmo de San Sebastián, en el que han intervenido también el candidato popular a lehendakari, Antonio Basagoiti, y la cabeza de lista por Guipuzcoa, Arantza Quiroga.
Antes del mitin, el presidente del Gobierno ha mantenido un encuentro en la Cámara de Gipuzkoa con un grupo de empresarios con los que ha departido sobre la complicada situación económica que vive España.
Gallardón cree que la independencia de Cataluña "terminaría" con España
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Galalrdón, ha reconocido que la independencia de Cataluña "significaría definitivamente terminar ocn España porque España no se entiende a sí misma sin Cataluña". Además, el Estado español no podría continuar en el euro, viéndose arrastrado hacia un retroceso económico irrecuperable en muchas generaciones.
"Al margen de que jurídicamente la creación de un Estado Nuevo tenga las consecuencias de quedarse fuera de la Unión Europea, la propia España no podría sobrevivir a la pertenencia al euro", ha dicho este lunes tras reunirse con miembros del Círculo de Economía. Asimismo, ha insistido en que, si Cataluña sigue un camino hacia la independencia, lo que quedaría no sería España, que no podrá sobrevivir, sino otra cosa. "No puede concebirse España sin Cataluña; sería una realidad radicalmente distinta", ha agregado.
Gallardón considera que el sentimiento soberanista de una parte de la sociedad catalana que se evidenció en la manifestación de la Diada el pasado 11 de septiembre nace de "las dificultades económicas"que atraviesa la Comunidad Autónoma. Sin embargo, advierte de que la receta para la superación de estas dificultades económicas no pasa por un Estado propio catalán. "No España es el problema ni la independencia es la solución", ha zanjado.
Según ha explicado a los periodistas, este es el mensaje que este lunes ha trasladado a empresarios y miembros del Círculo de Economía, presidido por el exministro Josep Piqué, a quienes ha visto "fundamentalmente" preocupados por la situación económica. Para Gallardón, la opción de la independencia no se sostiene desde un punto de vista económico, ya que la solución para Cataluña está dentro de España, que "aún siendo un país pequeño, es un Estado que tiene la dimensión suficiente para defender a sus ciudadanos".