La Assemblea Nacional Catalana (ANC), organizadora junto a Òmnium Cultural de la manifestación independentista del próximo 11 de septiembre en las calles de Barcelona, ha adquirido a una multinacional francesa las camisetas oficiales que lucirán los asistentes a esta cita. Se trata de la compañía textil SOL'S, según ha podido saber Vozpópuli. Si bien el año pasado ya generó polémica que la plataforma que preside Carme Forcadell portara prendas de la firma americana Fruit of the Loom, con talleres en Marruecos, en esta ocasión los organizadores de la Diada soberanista más importante (por la cercanía de la consulta del 9-N) tampoco han confiado en una empresa de capital mayoritariamente catalán.
En concreto, SOL'S, presidida por Alain Milgrom y con sede central en París (Francia), posee fábricas en China y Bangladesh. Su almacén en la capital gala tiene una capacidad de 20.000 metros cuadrados con un stock de más de 30 millones de artículos, lo que permite, según la compañía, un rápido servicio a sus clientes en más de 40 países distintos. La matriz cuenta en España con una filial, afincada en Terrassa (Barcelona) desde el año 2010. SOL'S compró entonces el 60% de Goods Factory, en ese momento distribuidora de la marca en territorio español. Esta planta no realiza tareas de confección, sino que está dedicada a funciones de almacenaje, distribución y venta on-line, con más de 8.000 referencias destinadas a la publicidad, promoción, eventos, licencias, souvenirs e imagen corporativa.
Los artículos que distribuye SOL'S Spain, entre ellos las prendas oficiales de la Diada secesionista, se gestionan tanto desde el gran almacén parisino como desde las instalaciones de la planta de Terrassa. Entre las actividades de esta filial también se encuentra la realización de road shows (presentaciones de sus modelos) por otras provincias españolas como Madrid, Málaga, Sevilla, Bilbao, Vigo...
El almacén de SOL'S en la capital gala tiene una capacidad de 20.000 metros cuadrados con un stock de más de 30 millones de artículos
Las camisetas que formarán la 'V humana' entre la Avenida Diagonal, la Gran Vía de Barcelona y su confluencia en la Plaza de las Glorias, se venden en rojo bermellón o azafrán (para emular la señera) y llevan estampado el lema Ara és l'hora (Ahora es la hora). Esta prenda de algodón, una mochila con el mismo color y la misma frase y un DVD con imágenes de la cadena humana del año pasado forman el kit independentista que la Assemblea Nacional Catalana entrega a los inscritos en el evento previo pago de una aportación de 15 euros.
El pasado lunes, según datos facilitados por la ANC y Òmnium Cultural, la cifra de registrados para participar en la hilera humana estaba en 150.000 personas. Los promotores de la manifestación ven todavía insuficiente este nivel de compromiso y esperan sumar el mayor número posible de adhesiones. Por las mismas fechas de 2013, los adscritos superaban los 300.000.
Enfado en la industria textil catalana
El gesto que protagonizó la ANC el año pasado, adquiriendo las camisetas de la Diada a la marca americana Fruit of the Loom --como publicó La Razón-- fue reprobado por representantes de la industria textil catalana. El director ejecutivo del clúster textil de moda de Cataluña, David García, recordó entonces que el sector en esta comunidad autónoma está formado por más de 1.780 empresas que consiguen facturar de forma conjunta alrededor de 14.000 millones al año, situándose entre los cinco motores económicos de la región, según informó Economía Digital.
Asimismo, García apuntó que existe un clúster de fabricación de camisetas de algodón en Mataró (Barcelona), como las que compra la ANC, que factura 800 millones de euros al año. Por su parte, el secretario general de la confederación de la industria textil (Texfor), Andrés Borao, declaró al mismo diario que las plantas catalanas tienen capacidad "de sobra" para producir las camisetas de la cadena humana. Borao atribuyó la decisión de la ANC al "bajo coste que ofrece Marruecos".
Desde la plataforma independentista, justificaron la compra extranjera argumentando que "de no ser así, no había manera de satisfacer la demanda". Ahora, por segundo año, ANC y Ómnium, las plataformas civiles que dan cobertura al desafío de Artur Mas, lo han vuelto a hacer: no han contribuir a fomentar el producto catalán.