Según el último barómetro municipal, la inseguridad sigue siendo la principal inquietud de los barceloneses. Una percepción que la realidad no está ayudando a desmentir. Un mosso fue apuñalado en la madrugada del sábado al domingo —a las 0.30h— en la Rambla del Raval, un barrio conocido por su conflictividad. El agente, que se encontraba de servicio junto a su pareja en un concierto de las fiestas de la Mercè, trató de impedir que dos personas robasen a una mujer. Al encararse con los asaltantes, uno de ellos le propinó un puñetazo y, acto seguido, le apuñaló en el brazo con un cuchillo.
Luego, los dos agresores huyeron en un patinete eléctrico por el Raval en dirección a la zona de Montjuic. Por su parte, el policía fue atendido en un centro sanitario cercano, donde necesitó 17 puntos de sutura. Los Mossos d’Esquadra han iniciado una investigación y, si bien aún desconocen el paradero de los agresores, sí han logrado identificarlos gracias a que los hechos fueron grabados, según informa El Nacional.
El suceso tiene lugar solo cuatro días después de que el Govern, ante la creciente alarma ciudadana, anunciase un plan de “tolerancia cero” con las armas blancas. En un acto junto al Mayor Trapero, la consellera de Interior Nuria Parlon, detalló la receta para combatir un problema que definió como “insoportable”: sanciones más severas e incremento de los controles y de los detectores de metales. Se trata de ir un “paso más allá” del “plan Daga” de los Mossos d’Esquadra, desplegado en 2023 y que no ha evitado que de enero a agosto de este año se hayan registrado 2.498 incidentes en toda Cataluña —equivalentes a 10 incidentes diarios—.
“Los controles de armas blancas que anunció Generalitat y Ayuntamiento se han quedado en eso, en anuncios vacíos de contenido”, alertó anoche en su cuenta de X el líder del PP de Barcelona, Daniel Sirera. Y esta mañana, en una entrevista en La 2, ha demandado mayor presencia policial en las calles de la ciudad —1.000 agentes de la Guardia Urbana y 3.000 de los Mossos—. Estos últimos informarán del total de armas blancas requisadas una vez terminen las celebraciones de la Mercè, aunque han adelantado de que, solo en la playa de Bogatell, han intervenido un puño americano y nueve armas punzantes —entre ellos, un machete—.